Y dale dale…
A FAVOR: Peñarol en un esfuerzo fuerte para nuestro medio cuenta con el mejor plantel del medio. No tengo dudas, y porque importan los primeros resultados.
RIESGO: La contratación de un capaz pero muy inexperiente DT, cuyo futuro parece jaqueado.
PERTURBACIÓN: La situación experimentada por el doping de Darío Rodríguez. Nadie queda bien parado. Imposible que no sacuda la interna.
ESACASA PREPARACIÓN: Sin dudas los pocos partidos amistosos no permitieron la mejor evaluación para un equipo grande.
COPA SUDAMERICANA: No fue fracaso, ya que no se agotaron los recursos en la preparación; pero “shockeó”.
NO SE AFIRMÓ UN EQUIPO: Varios cambios de un partido a otro. Por lo tanto la coordinación y el automatismo se vieron largamente postergados.
RENDIMIENTOS SORPRENDENTES: Pacheco no funciona, Albín no encuentra posición, Zalayeta tácticamente incómodo, Aguiar erra casi todos los cambio de frentes, Estoyanoff irregular, Castillo lejos de su nivel de selección, Macalusso desordenado, Amado perdido, Núñez fuera de foco, etc.
INDISCIPLINA Y EL BENEFICIO DE LA DUDA: Hemos defendido como corresponde el respeto hacia la intimidad de los jugadores. Nos sentimos incómodos -muy incómodos, cuando en Pasión se informó de ingestas alcóholicas de algunos jugadores en horas inconvenientes. Pero esto roza lo deportivo y trasciende. Tengo la sensación que Peñarol pensaba que le ganaba a Rentistas con cualquier equipo en la cancha. Y que la suspensión no afectaría la “segura” victoria. Pero ahora resulta que la falta grave (que agravia a hinchada, dirigentes, Alonso y compañeros) no permanecerá mucho en el tiempo. El MALDITO RESULTADISMO (negación de trasmitir valores de causalidad al deporte.) estaría obligando a “perdonar” rápidamente estos descuidos y el regreso urgente -por la obsesión de ganar- no importa como.
No será tan fácil con la hinchada que se ha visto desilusionada.