Uruguay se alojó en el 1993 en un hotel de alta rotatividad en San Cristóbal, hoy vive en un lujoso 5 estrellas; ¿Qué cambió…?
Escribe Atilio Garrido / Fotografías Fernando González (enviados especiales)
La vida transcurre de la mano del mundo que gira. Y así pasan los tiempos. Y también los hechos. Desde el último año del siglo XX y los diecisiete que lleva transcurrido el nuevo milenio la organización de la actividad de las selecciones uruguayas ha sufrido transformaciones profundas y positivas. Esos cambios estructurales de los procesos de funcionamiento de los equipos celestes que se han concretado con la exclusiva finalidad de dotar a los jugadores de fútbol del confort necesario y suficiente para que sólo dediquen su pensamiento a desarrollar su arte, sin que su mente esté pensando en otro problemas, se han ido concretando paulatinamente en nuestro fútbol en este lapso que hemos señalado.
Las selecciones principales conducidas a su turno por Daniel Passarella, Víctor Púa, Juan Ramón Carrasco, Jorge Fossati y Oscar Tabárez han contado de beneficios y comodidades que fueron logros de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Simultáneamente con la labor de los cuerpos técnicos encabezados por los profesionales citados, la conducción de la AUF en la etapa de designación y posterior trabajo de cada uno de esos entrenadores, la desempeñó Eugenio Figueredo quien junto con sus compañeros de turno (Juan Pedro Damiani, Eduardo Ache, Dr. Daniel Pastorini, Oscar Magurno, José Carlos Domínguez, Daniel Marotta y otros dirigentes que se escapan de la memoria) fueron responsables de esas evoluciones. Los sucesores (Dres. José Luis Corbo, Sebastián Bauzá y Esc. Valdez) continuaron esa línea trazada que arrancó –reitero- en 1999.
A este respecto figuran en los archivos las declaraciones de Oscar Tabárez cuando asumió la conducción de la selección en 2006, por segunda vez en su exitosa carrera profesional de entrenador. Le preguntaron qué diferencias encontró entre la nueva etapa que iniciaba y la anterior que desarrolló al frente de Uruguay entre 1988 y 1990. Palabras más o menos, señaló justamente “a la organización que ahora rodea a la selección la cual se ha profesionalizado a niveles comparables con los de Europa en materia de facilidades para el trabajo”, como la gran variante entre ambas etapas.
Las siempre criteriosas palabras del director técnico que es récord mundial en materia de continuidad al frente de una selección de fútbol, reconocían en aquel entonces (2006) una verdad que aún se mantiene y sigue incrementándose. Los viajes en vuelos chárter para mejor descanso de los jugadores no existían. Eran lujos de los europeos. Un complejo deportivo exclusivo construido por la AUF con el apoyo económico de la FIFA y Tenfield SA, parecía un sueño imposible. Poco años antes, la selección que dirigió Roberto Fleitas y el Prof. Caminatti, no tenía cancha para practicar y se entrenaba en el parque de los Aliados, en el espacio exterior existente entre la cancha de Miramar Misiones, Central y el Velódromo. Y los jugadores de la talla de Francescoli, Ruben Sosa, Alzamendi y Gutiérrez que actuaban en Europa se concentraban con sus compañeros en las instalaciones de CAFO, construidas en los espacios interiores de la tribuna Ámsterdam. Constaban de cuatro dormitorios con seis camas cada uno y un solo baño colectivo. Esto ocurrió en 1987. Uruguay retornó de Buenos Aires con el título de Campeón de América después de vencer a Argentina, campeón del Mundo del año anterior con Maradona como súper estrella.
¿TE ACORDÁS LO QUE PASÓ EN 1993?
Para que los jóvenes tengan idea de lo que eran aquellos tiempos y como cantaba en Chiquilladas el Sabalero, “lindo haberlos vivido para poder recordar”, estando aquí en San Cristóbal conversando con Fernando González sobre el pasado, surgió en nuestra mente, en esas interminables charlas de la sobremesa nocturna, un recuerdo que él protagonizó en situ como enviado especial del matutino La República y que yo experimenté, en la redacción de Ultimas Noticias cuya dirección del suplemento deportivo ejercía.
-¿Te acordás cuando la selección de Uruguay acá se alojó en un hotel de alta rotatividad?, dijo el Gallego González.
-Sí, en una amueblada vivieron como cuatro días los mejores jugadores de Europa. Ruben Sosa la estrella del Inter de Milan; Francescoli y Fonseca en el Cagliari; Carlos Aguilera en el Génova; el Pepe Herrera en el Atalanta y otras estrellas como Gustavo Poyet, José Luis Zalazar y Jorge Da Silva, respondí agregando. Yo no pude viajar y mandé a Ricardo Gabito Acevedo, publicamos la nota exclusiva con las fotos de Cesaguéz Hernández, porque ellos viajaron con antelación a la llegada de Uruguay.
-Mañana voy a sacar una foto a esa mueblada. ¿Seguirá funcionando?
-Y yo que sé…
Mientras Fernando buscó la dirección de la amueblada que existe aún –Avda. del Libertadores, sector Las Lomas-, yo recurrí a mi archivo digital para rememorar aquel tiempo. “Uruguay se alojará en hotel de alta rotatividad” fue el título exclusivo de la tapa de Ultimas Noticias con la palabra “Insólito” sobre el mismo. La crónica de Gabito Acevedo alertaba en la edición del jueves 22 de julio de 1993: “Esta tarde cuando arribe la selección uruguaya a esta ciudad, surgirá el primer gran problema para el cuerpo técnico y los jugadores –especialmente estos últimos- porque el Hotel Palermo, que está reservado por las autoridades de la AUF, no reúne las condiciones mínimas para ser concentración de una selección que se está jugando la vida para clasificar para el Mundial”.
“Ultimas Noticias que fue el primer medio de prensa uruguayo en llegar a esta ciudad, se instaló en el mismo Hotel Palermo que utilizara Uruguay y pudo comprobar que por la noche, que el mismo brinda alojamiento a parejas por espacio de pocas horas, lo que posteriormente, pudimos confirmar cuando hablamos con Walter Cata Roque, que dirige actualmente al equipo local del Táchira”.
El técnico compatriota nos manifestó que el problema que van a afrontar los jugadores y técnicos esta noche, no tendrá solución porque los restantes hoteles de la ciudad, están todos colmados o reservados. Lamentablemente este inconveniente se pudo haber evitado si el técnico Luis Cubilla, se hubiese puesto en contacto, por ejemplo, con Cata Roque, un hombre que conoce mejor que nadie este medio, los hoteles y campos de entrenamiento”.
DORMÍAN EN LA AMUEBLADA Y COMÍAN AFUERA
Gabito Acevedo agregó en su nota que “ha quedado descartada la posibilidad que los celestes, almuercen o cenen en el mismo hotel Palermo, de acuerdo a lo que pudimos confirmar. Cubilla le pidió a Walter Vallarino y Julio Silvera, que les acondicionaran una parte del amplio restaurante que ellos tienen en sociedad con un español –se llama Casa Pueblo- y es el más lujoso de la ciudad, para que la delegación pueda utilizarlo”.
En la edición siguiente, una vez que la delegación de Uruguay llegó al Hotel Palermo, el periodista Gabito Acevedo escribió que “En las primeras horas de la madrugada de hoy se produjo una situación que pauta realmente el desacierto y la desorganización que envuelve a la Selección Uruguaya aquí en San Cristóbal. Los jugadores de Uruguay se mostraron muy molestos con el hotel de alta rotatividad en que deben alojarse y luego de varias gestiones ante los dirigentes, transaron en que en el Hotel Palermo sólo iban a dormir y que se buscaría otro lugar para almorzar y cenar. Obsérvese el absurdo, que una Selección de Uruguay tenga que dormir en un lado e ir a comer a otro distante a unos quilómetros. Después de cenar anoche, provisoriamente n el Hotel Palermo y al haberse comprometido con los jugadores que esa era la última comida que ingerían allí, los dirigentes Luis Latorre, Gervasio Guillot y Gustavo Campos, acompañados de los Dres. Carlos Suero y Carlos Voituret, se dirigieron hacia Casa Pueblo para arreglar allí las comidas”.
“Cuando la reunión terminó con los jugadores, el Dr. Suero tomó de un brazo a Walter Vallarino a quien conoce de su pasaje como jugador de Nacional y en tono casi dramático le dijo: Por favor Vallarino, consiga mañana un hotel a cualquier precio. Tenemos que cambiarnos de lugar”. Esto último no pudo ocurrir y Uruguay permaneció alojado en el hotel de alta rotatividad.
En medio de ese clima la selección de Uruguay venció apenas 1:0 con gol de José Herrera a Venezuela, en el estadio de Pueblo Nuevo el domingo 25 de julio de 1993. Uruguay formó con Robert Siboldi, José Herrera (72’ Cecilio de los Santos), Daniel Sánchez, Fernando Kanapkis y Nelson Cabrera; Héctor Morán, Santiago Ostolaza, José Luis Zalazar y Enzo Francescoli; Daniel Fonscea y Ruben Sosa (83’ Carlos Aguilera).