La selección de Uruguay llegó en hora
Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González
Transportados por los compatriotas de Alas Uruguay, la delegación de nuestro país llegó en la aerolínea de bandera nacional a la estación aérea conocida popularmente con el hombre de “El Plumerillo”, cuya denominación oficial es la del gobernador Francisco Gabrielli. El avión partió exactamente a las 16.30 horas arribando a la ciudad de Mendoza a las 18.20 horas, luego de un viaje sin complicaciones.
Un ómnibus de color azul de la compañía “Andesmar” No. 5284 estaba aguardando a los viajeros en la misma pista del aeropuerto a escasa distancia de la nave. Junto a ella se encontraba, muy abrigado, el Dr. Eduardo Belza, gerente deportivo de la selección. Todo parecía caminar sobre ruedas, para que la delegación partiera inmediatamente rumbo al aeropuerto ubicado en el centro de la ciudad, a 11 km. de distancia.
Sin embargo, la exigencia de realizar los trámite de migración ya que el vuelo chárter tenía la característica de ser internacional –de punto a punto- obligó a todos los viajeros a permanecer mucho más de la cuenta en una larga cola que avanzaba a paso de mula. Lógicamente todos los integrantes de la delegación pasaron primero y luego los acompañantes, entre quienes se contaban los enviados especiales de VTV y tenfield.com. La cantidad de puestos para realizar el trámite parecía suficiente, sin embargo, la lentitud en la realización del mismo, más la demora que se producía al colocar el pulgar derecho sobre el lector magnético –en casi todos los casos debió repetirse la operación porque en el primer intento no quedaba registrada la huella dactilar –como le ocurrió a Matías Corujo-, llevó a que el trámite insumiera más de una hora.
Se registraron otras situaciones curiosas. La principal, que confirma la popularidad que tiene el mejor atacante del fútbol mundial, Luis Suárez, se produjo cuando se acercó hasta el puesto de control. El astro del Barcelona estuvo más de diez minutos delante del funcionario, ya que éste –un hombre mayor- le solicitó autógrafos que Luis procedió a firmar con su habitual deferencia.
Posteriormente, luego del engorroso trámite que incluía que cada integrante de la delegación, uno por uno, recogiera el papel migratorio que expedía la máquina con lentitud, se dirigieron hasta el lugar donde aquellos que llevaban bolsos de mano debieron pasarlo por el control aduanero, para finalmente tomar el ómnibus que los llevo hasta el Park Hyatt Mendoza, ubicado en la calle Chile 1124 frente a la plaza principal de la capital de la provincia.
Como ocurre en cada ciudad a donde llegan los celestes, que cuentan con el cariño y el apoyo total de la población, un centenar de uruguayos portando banderas y otras enseñas celestes, corearon cánticos y vítores a los jugadores cuando se dirigieron al interior del hotel.