Uruguay llegó a Santiago
Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González (enviados especiales)
Cinco minutos antes de la hora fijada para partir, el vuelo chárter de la empresa chilena Sky, carreteó por la pista del aeropuerto de Carrasco, Cesáreo L. Berisso, que éste y no otro es el nombre oficial de nuestra principal estación aérea. El alférez del arma de artillería egresó de la Escuela Militar de Uruguay y fue uno de los primeros alumnos de Escuela de Aviación Militar en Los Cerrillos. El aeropuerto lleva su nombre porque Berisso fue el primer uruguayo en realizar un vuelo en solitario, en 1913, uniendo el trayecto entre Los Cerrillos y la Playa Malvín, en una hora y cuarenta y cinco minutos.
El mundo ha cambiado. El vuelo chárter de Sky cubrió en dos horas y treinta minutos la distancia entre Montevideo y Santiago de Chile. Los jugadores descendieron a las 18.30 horas, instalándose en un lugar contiguo a la zona de inmigración, ya que todos los pasaportes fueron llevados por el Dr. Eduardo Belza, a los efectos de que los funcionarios realizaran el trámite correspondiente.
Luego de cumplido este requisito toda la delegación no salió del aeropuerto Arturo Merino Benítez por la zona normal. Fueron dirigidos por el sector vip abandonando la estación aérea por una zona lateral. Los esperaba ya en la calle, un pequeño grupo de uruguayos residentes en Santiago luciendo camisetas celestes y portando banderas en sus manos.
Pero también los aguardaba otro mínimo grupo de chilenos. Los más llamativos eran dos de ellos que portaban una bandera grande de Chile. Se pararon en un lugar estratégico por donde tenía que pasar el ómnibus de la delegación de Uruguay.
El ómnibus de color amarillo, de Jet Sur Viajes, marca Scania, matrícula GZ-SW-13, inició la marcha detrás de un automóvil de los Carabineros, con predominio de color verde. Al llegar al hotel Sheraton San Cristóbal en el centro de Santiago, cada par de jugadores de acuerdo a la nómina adelantada por el Dr. Belza al personal de recepción, tenía sus llaves-tarjetas prontas, evitándose la gran cantidad de público –entre ellos varios uruguayos- que aguardaban en el hall de acceso.