Uruguay después del mundial, de la gran emoción al dolor y el sentimiento Celeste, eterno, que siempre se levanta a lo grande
El día después del dolor mundial dejó atrás la gran esperanza Celeste. Cuatro partidos ganados y una sola derrota, en Cuartos de Final. La máxima ilusión, el clima soñado de los uruguayos en Rusia 2018, palpitando en el país y de los compatriotas en el mundo. La Selección a puro sentimiento.
Las imágenes de los Celestes perduran en el corazón y el sentimiento de todos. El día después de la caída 2:0 con Francia en Nizhni Novgorod, en cuartos de final, dejó atrás la pasión mundialista. Uruguay con el sentimiento de tristeza y entre los ocho mejores.
La Selección jugó cinco partidos en Rusia 2018. Ganó cuatro y perdió uno. Siete goles a favor y tres en contra. Le convirtieron dos de pelota quieta, argumento que el equipo del Maestro Oscar Tabárez se caracteriza por explotar al máximo a favor.
El furor de los uruguayos por la gloriosa camiseta regaló momentos inolvidables. A partir del 1:0 a Egipto en Ekaterimburgo, en el 1:0 a Arabia Saudita en Rostov y en la fantástica victoria 3:0 a Rusia en Samara. También en el emocionante 2:1 a Portugal en Sochi.
Niznhy no fue la excepción en el aliento maravilloso. La canción “Cielo de un solo color” de No Te Va Gustar en los Estadios conmovió a todos.
El cabezazo de Josema Giménez, el gol del debut, la marca del gran goleador Luis Suárez en el segundo triunfo y también en la goleada del tercero junto a Edinson Cavani y la sociedad a pleno en el éxito de octavos con Cavani impactante, dejaron la huella. La lesión del enorme Cavani y su ausencia en Cuartos obviamente pesaron en el desenlace.
La solidez defensiva con Diego Godin, el capitán, en la gran dupla con Josema Giménez, Martín Cáceres de la izquierda a la derecha, la excelente aparición de Lucas Torreira, la técnica de Rodrigo Bentancur y los delanteros fenomenales, tanto Suárez como Cavani, hicieron soñar a lo grande al equipo. No hubo final feliz para seguir, la Celeste siempre se levanta. La leyenda continúa…