Una historia de vida
Samuel Atta Mensah, de Ghana a La Teja. El futbolista africano se entrena con el plantel principal de Progreso.
Samuel Atta Mensah, nació el 12 de octubre de 1999 en Tema, ciudad sobre la costa atlántica de Ghana. En el año 2016, integró la selección ghanesa Sub 20, y el periódico británico “The Guardian”, lo definió como el “Modric africano” – por sus similitudes futbolísticas con el crack croata del Real Madrid-, y lo seleccionó entre los 60 futbolistas jóvenes con mayor proyección a nivel mundial.
Dio inicio a su carrera deportiva profesional, en 2015, en el club Dunkwa United, de su país. En su primera temporada, encabezó las listas de asistencias de la segunda división, lo que le valió el pasaje a All Stars FC, de la Liga superior. Y no defraudó, al contrario, marcó 4 goles y dio 7 asistencias para llevar al All Stars, a su primer título de la Premier League de Ghana en 2016. Dos años después, sufrió el primer gran traspié: la FIFA suspendió a la Federación de Fútbol de Ghana y durante 17 meses no se registró actividad oficial. Lo que lo obligó a colgar los botines.
En febrero de 2020, lleno de sueños y de ansias de triunfo, cruzó el Océano Atlántico, para probar fortuna en Argentina. Un mes después, se trasladó a Montevideo, para realizar una práctica de fútbol en Nacional. La pandemia de coronavirus, le jugó una mala pasada, lo dejó varado en nuestra capital.. En un país ajeno, sin conocer el idioma, con el fútbol paralizado, y las fronteras cerradas, lejos de sentirse derrotado, comenzó a entrenarse en un gimnasio y tuvo un fugaz pasaje por Cerro.
En los primeros días de diciembre, su representante, el argentino Luis Ignacio Asef, ex arquero de Unión de Santa Fe, se contactó telefónicamente con Felipe De Marco, supervisor de la captación de juveniles de Progreso. Y pocos días después, exactamente el lunes 21, caminado por su propia cuenta, llegó hasta el Parque Paladino, para ser uno más en una tradicional práctica de aspirantes, que contó con la presencia de Gastón Añón, el entrenador de Primera división. De inmediato, llamó la atención por sus condiciones futbolísticas y fue invitado a participar de los trabajos del plantel superior, desde que los retomó el pasado martes 5.
Hoy, permanece entrenando y comienza a tender puentes de amistad con sus nuevos compañeros, sobre todo con Federico Platero, quien por el manejo fluido del idioma inglés, se convirtió en una especie de hermano mayor. Todos los días, lo pasa a buscar por su domicilio actual, cercano al Nuevo Shopping, para llevarlo al Parque Paladino. Ya pronuncia algunas palabras en español y se apronta para firmar su primer contrato profesional en el fútbol uruguayo. El gaucho del Pantanoso, club fraternal y solidario, es su nueva casa.
En una mezcla de francés e inglés, idiomas que maneja a la perfección, con los ojos llenos de lágrimas, en una rapto de sinceridad, les contó a sus actuales compañeros, que su infancia fue harta complicada. De niño, le tocó vivir en la calle de su ciudad natal, durmiendo noches enteras debajo de los árboles. Fue “salvado” por una señora, que con gran corazón, lo socorrió y todos los días le acercaba un plato de comida.
“Se trata de un futbolista de muy buenas condiciones, de apenas 21 años. Llama la atención, por ser un típico futbolista europeo, juega a uno o dos toques. Su posición original es la de volante central, aunque también puede cumplir la función de enganche. Es diestro, posee muy buena técnica, le pega muy bien al balón y cuenta con enorme lectura de juego. Tácticamente es muy inteligente, se sabe posicionar para recibir y salir jugando. Le falta ritmo de juego y es lógico por el largo párate de más de un año. Pero en lo físico, demuestra que es un súper dotado, genéticamente fibroso, rápido. Posee las condiciones necesarias para triunfar en el fútbol”, así lo describe Gabriel Farcilli, asistente técnico del primero y coordinador de las divisiones formativas de Progreso. Quien, por otra parte, del cuerpo técnico mayor, por su manejo del inglés, mantiene a diario contacto con el joven futbolista africano.
Samuel Atta Mensah, de Ghana a La Teja. Una historia de vida.