Un vínculo fraterno
Javier Méndez, el técnico elegido por la dirigencia de Progreso, habló sobre su arraigo con el club y contó detalles de lo que será su primera experiencia en el cargo en un equipo de Primera división.
En mayo de 2021, Javier Méndez sufrió una grave lesión que lo puso entre la espada y la pared de cara a su futuro como futbolista profesional. No quedaban muchas opciones. ¿Recuperarse, esperar y seguir dando batalla? ¿O dar un paso al costado y emprender otro rumbo?
Apenas un mes después de aquella lesión, en junio de ese año, Méndez recibió la invitación de su amigo, Julio Mozzo, para integrar su cuerpo técnico en Villa Española. En aquel momento, Mozzo había decidido dejar el fútbol repentinamente, tras la renuncia de Bruno Piano como entrenador del “Villa”, para tomar el puesto que había quedado vacante. Su amigo Javier, era la primera opción para convertirse en su mano derecha.
Tras el tentador ofrecimiento, aquellas vacilaciones de Méndez sobre su futuro como futbolista, inmediatamente, se transformaron en certezas cuando aceptó trabajar junto a su gran amigo. El suceso de la lesión, terminó siendo un desencadenante para dar el puntapié inicial en su carrera como entrenador.
Desde ese momento, Méndez trabajó dos años con Julio Mozzo en Villa Española. Luego de su primera experiencia, integró el cuerpo técnico de Progreso junto a Carlos Canobbio. En el “Gaucho del Pantanoso” ejerció la misma función entre agosto de 2022 hasta diciembre de 2023, alcanzando la semifinal de Copa Uruguay y el ascenso a Primera división. Hasta que, en 2024, tuvo la oportunidad por primera vez de estar al frente de un equipo como entrenador principal dirigiendo al club Lito, en la Primera división Amateur (ex C).
Tras una única pero “gratificante” experiencia como técnico principal, Javier Méndez, fue el elegido por la dirigencia de Progreso para ser el entrenador de su primer equipo de cara a la temporada 2025. El nuevo técnico del equipo “Gaucho”, quien cuenta con un arraigo especial y casi único por su pasado en la institución, habló en exclusiva con Tenfield.com.
¿Cómo recibió la noticia cuando le notificaron que usted era el designado para dirigir a este club que tanto lo identifica?
“Jugué baby fútbol y divisiones formativas en Progreso. Debuté profesionalmente y me retiré como futbolista profesional en este club. Así que imagínate. Estoy muy feliz por la designación porque soy hincha del club. Progreso es especial para mí. Lo quiero mucho. Todos los que me vieron crecer; mi familia, mis allegados íntimos, todos están identificados con el club. Es un orgullo y una gran responsabilidad.”
¿Cómo fue su primera experiencia como entrenador principal en Lito, un club que compite en la tercera categoría del fútbol uruguayo?
“Desde hace años que Lito no estaba compitiendo oficialmente y asumí el compromiso con gran responsabilidad. Si bien, Lito compite en la C, tiene un sentido de pertenencia muy grande como club. En lo personal fue una experiencia muy linda y muy importante desde lo profesional, porque pude mostrarme en mi función. Además, pude formar mi propio cuerpo técnico con las características que se adapten a mis valores. Todo fue positivo y gratificante.”
¿Qué espera para esta nueva etapa como entrenador de Progreso? ¿A nivel personal, profesional y colectivo?
“El objetivo principal a nivel colectivo es mantenernos en la categoría. Progreso es un club con una barriada inmensa. Que apoya. Que exige. Y para responderles, hay que estar a la altura de la institución. Por el momento, estamos trabajando para armar un equipo competitivo entre los jugadores que se quedan, los que lleguen y los juveniles. Buscaremos que Progreso se mantenga en la división, como meta primaria. Después, hay aspiraciones más altas pero siempre con los pies sobre la tierra. El paso a paso nos va a ir asentando en la realidad, y en base a ello, el equipo irá persiguiendo el objetivo inmediato.”
Progreso anunció públicamente la salida de 15 futbolistas de cara a la siguiente temporada. ¿Cómo está trabajando el club en el mercado de pases? ¿Hay nombres avanzados? ¿Van a llegar muchos futbolistas o la intención del club es apostar con sus juveniles?
“Progreso tiene una directiva nueva con gente identificada con el club, que viene trabajando hace tiempo. Ya conoce la interna. Esta nueva directiva decidió hacer una depuración de plantel y cambiar el formato de trabajo con respecto a cómo lo venía haciendo. Antes, el entrenador de turno era el que elegía a todos los futbolistas. Eso ahora cambió, con el objetivo de no forzar los intereses del club. La intención es fomentar juveniles, pero esto lo vamos a ir decidiendo a su adecuado momento. Hay un gran plantel en Tercera y en Cuarta división, donde se trabaja con entrenadores que están identificados con el club. La comunicación entre los entrenadores de las diferentes categorías es muy buena y el lazo que hay entre ellos es muy lineal. Sin dudas, los juveniles son una opción fuerte que tiene el club. Un respaldo que vale muchísimo. Acudiremos a las formativas porque son los intereses del club en un futuro.”
¿Cuáles cree usted que son los aspectos claves o imprescindibles que debe tener un entrenador de Primera división, para lograr una buena conexión o una buena sinergia con su plantel de futbolistas?
“La base es el respeto mutuo. Eso es lo principal. Tener claro los roles que mantenemos cada uno de nosotros entre jugadores y cuerpo técnico. La comunicación. La cercanía con el jugador. El ser honesto con el plantel. Todo eso es fundamental. Por ejemplo, conmigo va a jugar siempre el que esté mejor, sin importar aspectos extradeportivos. La seriedad, la responsabilidad y la intensidad con la que transmitimos en cada entrenamiento. Esto último, también es primordial porque se entrena como se juega. La concentración y el compromiso te hacen ganar o perder partidos, son aspectos tácticos determinantes. Porque una mala semana te puede llevar a tener un partido malo. Y viceversa. Buscamos generar una base firme que fortalezca el vestuario y buscamos con nuestra credibilidad transmitir confianza y entereza a nivel grupal.”
Dentro de una aproximación sobre su metodología de trabajo y un eventual estilo de juego, ¿Cómo nos podemos imaginar al Progreso de Javier Méndez en la cancha en este 2025?
“Nosotros no nos atamos a ninguna metodología en particular. Utilizamos una metodología integrada. Como ejemplo, las bases que utilizaba el “Profe” Ortega en el Atlético Madrid, haciendo hincapié a la mentalidad fuerte y en el plano físico, es un espejo para nosotros. No vamos a los extremos en lo que se refiere a un estilo elegido, porque no busco improvisación pero tampoco lo estructurado. Somos un híbrido. Nuestra propuesta dependerá, en cierto modo, de cómo nos encontremos en cada momento deportivo. En Lito, por ejemplo, acudimos a otros deportes en paralelo, como el básquetbol, para ayudarnos a captar ciertos movimientos que después expusimos en cancha. En mi caso en particular, tengo gran relación con un profesor profesional de básquetbol y trabajamos mucho con él; en las cortinas y en las pelotas quietas. Nuestra propuesta inicial irá de la mano de la calidad de los jugadores que contemos. Nos gusta ser protagonistas y buscamos ser intensos; sí, pero para plasmar la idea dependerá de las características de los jugadores y del rival. Los sistemas de juego a veces son fríos, porque los movimientos en la cancha son los que determinan la postura de un equipo.”
¿Hay algún futbolista en particular dentro de su plantel actual, al que le tenga una confianza extra como para que haga un buen año?
“De los jugadores que quedaron, le tengo una fe bárbara a todos. No quiero pararme sobre un futbolista en particular para no generarle una responsabilidad. Pero, en 2024, hubo puntos muy altos a nivel individual. El tema sobre esto, es que aún no sabemos en exactitud con quienes vamos a contar. Hay muchos jóvenes de gran proyección. Como por ejemplo, Nahuel Suárez. Nicolás Fernández es otro futbolista que me gusta mucho, aunque es muy difícil que se pueda quedar. Hay un potencial bárbaro en general.”
¿Cómo imagina a Progreso a finales de 2025?
“Uno siempre sueña con anhelos grandes, como ser campeón uruguayo o clasificar a la Copa Libertadores. Pero hay que tener cuidado con eso, porque cuando uno apunta muy alto, puede ser engañoso porque descuidas los factores que se acercan a la realidad. Entonces, partiendo de la base de nuestras posibilidades, nuestro objetivo primario en mantener la categoría. Aunque, te vuelvo a repetir, la ilusión y el sueño siempre están. Es imposible no imaginar grandes logros.”
Javier Méndez, el elegido de la casa. Al que si algo le faltaba para fortalecer aún más este nexo íntimo que lo arraiga con Progreso, era vestirse de entrenador principal.
Javier Méndez, un vínculo fraterno con Progreso.