Un Fierro inolvidable
Caminando por el Jardín Botánico, con mí esposa Ana y mi nieto Valentino, me crucé con una persona que en primera instancia no reconocí, y seguimos de largo. Lo mismo sucedió con la persona que se cruzó con nosotros, mirándome a mí.
Con el paso del tiempo se “agregan condimentos” a nuestras figuras humanas, donde no escapamos ninguno, como ser lentes, gorros, pelo blanco, algún kilo, y un paso diferente. Entonces identificarnos es más una tarea de investigación en cuanto al reconocimiento.
A la salida del Botánico siento una voz que me dice…..”¡Adiós señor!”.
Me detuve, lo miré, y “metiendo” en mi cerebro; procesando rápidamente la memoria y adaptando la situación actual además de hacer un proceso inverso a lo natural; es decir procesar la mirada con perspectiva a años pasados, y encima vestirlo de jugador, entrenador, profesor, kinesiólogo, canchero, dirigente o simplemente hincha, en esa foto rápida para poder “sacarlo”.
No demoré casi nada…….” ¿cómo andas Vito?, ¡qué alegría volver a verte! Y fue respondida de la misma manera. Era nada más ni nada menos que Vito Fierro, un eximio futbolista. Referente total de Sud América, donde en mi adolescencia lo idolatraba desde atrás de los alambrados siguiendo a “la naranja”. Luego Peñarol nos extirpó el motor que era él; junto con Enrique “Tano” Alfano, pero era de crecimiento para ellos y eso vale.
Además de ese pasar; fue campeón juvenil con Uruguay, que partió desde aquí en el más absoluto silencio, a Colombia en 1964 a disputar el Campeonato Sudamericano sub 20, y los cafeteros tuvieron que “morder el polvo” de la derrota y a Estadio lleno; con entradas agotadas 2 días antes, siendo locales en una final inolvidable para los nuestros; dirigidos por un gran olvidado (otro mas), Juan Carlos Ranzone; cuando nuestro país venia invicto en dichos torneos ya que se habían ganado el inicial 1954, y el segundo 1958, coronando este con una tradición que se cortaría más adelante, donde el “canto del cisne” fue en Ecuador 1981.
Solo como dato del plantel extraordinario que había, es que Ladislao Mazurkiewicz era el golero suplente de Eduardo “Ñato” García
En el diario La República del 16 de enero de este año, leía con gran alegría esta frase, como encabezado de una nota extensa:
“Nuestra meta es clara: vamos al Sudamericano en busca del título”
Esto declaraba Nicolás de la Cruz, valor juvenil negri-azul, que defenderá la camiseta celeste en este Campeonato sub 20 sud americano.
Una declaración común, como la que se opinaba y sentían todos los que participaban en los torneos juveniles sub 20 antes; por la década de los 80.
Luego fue mutando; hasta llegar a declararse…..”Iremos por la clasificación” o “pasar la fase”.
No sabemos si se conquistará el título, pero regocija el escuchar la meta fijada.
Cuando se compite es por lo máximo.
Ya el ir con ese pensamiento augura, que la mentalidad ha mutado nuevamente a “lo antiguo”.
Se podrá ganar o perder, pero el objetivo siempre es uno solo.
Además de coincidir en el Botánico, en la caminata, con una gloria de la I.A.S.A, como Vito Fierro, y también de Uruguay, coincidimos en los conceptos en la búsqueda del éxito.
Y donde él junto con sus compañeros puso en lo más alto el nombre de Uruguay.
Vino bien nuestro reencuentro en los umbrales de otro torneo juvenil donde Uruguay en las palabras de Nicolás de la Cruz, está el deseo de que sean haga realidad.
Pero pensar y actuar como declaró lo coloca a este plantel dentro de un pensamiento que nunca se debió abandonar.