“Tony” Pacheco entró a la gran historia del clásico “este partido está en el podio; no pensé en el retiro”
"Tony" Pacheco, histórico de Peñarol en los clásicos, feliz por el 5:0 a Nacional y en la puerta grande de los aurinegros.
Antonio Pacheco, “Tony” en Peñarol, a los 38 años, escribió otra página en la historia. Su emoción por el recuerdo a Omar Caetano, gloria del club, a quien igualó en los 57 clásicos jugados en el profesionalismo y el 5:0 inolvidable de los aurinegros a Nacional. “Este partido está en el podio de mi carrera. Estoy hecho para todos, no sólo para estos. No sé si fue el último. No pensé en el retiro. Hablé del final en el contrato. En el fútbol no se sabe lo que va a pasar mañana”.
“Tony” Pacheco, histórico de Peñarol en los clásicos, feliz por el 5:0 a Nacional y en la puerta grande de los aurinegros.
“Tony” Pacheco, el ídolo de Peñarol, a los 38 años, revivió su idilio clásico y entró a la puerta grande de los elegidos. Una vez más, dio clase con la pelota en el pie derecho y el temple de acero. El lunes, después del 5:0 a Nacional, de la agenda cargada por el rol de padre con sus pequeños (Catalina, Florencia y Benjamín) junto a su esposa Valentina, en el día de la vuelta a Los Aromos a “reconectar el chip” porque se viene Juventud. “Estoy contento por la alegría del resultado, sumamente importante para nosotros. Restan tres finales, puntos decisivos en la lucha por el Torneo Clausura. Todo con mucha calma” remarcó a Tenfield.com. En sus palabras, la misma serenidad que en la lectura del juego, ahí en el verde césped donde se acaba la discusión.
-El domingo contaste la eventualidad de la última oportunidad porque en julio vence el contrato con Peñarol. ¿Fue diferente a todos los demás?
-“Lo viví especialmente porque según la estadística igualé a Omar “Cacho” Caetano, un grande, autor de las páginas más gloriosas de nuestra institución. Me llena de satisfacción la cercanía con su mujer Rosita, y la familia. por quienes siento el mayor respeto del mundo. Me puse la camiseta N°6 de Caetano para homenajearlo. Fue la que utilizó en la final del mundo de 1966. Además, todos saben que él fue muy importante para llevarme a Peñarol con 11 años”.
-¿En lo personal entonces te generó un sentimiento distinto?
-“He tenido la suerte de jugar muchos. Hablé del contrato, algo real. Hice la precisión en el contexto general. No puedo pensar en mí. Ahora me preparo pensando en Juventud. ¿Si el paso de las horas cambió en algo? No, no, ni siquiera lo comenté con mi familia. Insisto, no hago ese análisis de lo individual”.
El capitán de Peñarol, el día después del triunfo inolvidable.
-La hipótesis de tu retiro está en el ambiente. ¿Es decisión en estudio o simplemente interpretaciones?
-“Un día empecé a jugar e inevitablemente llegará otro para terminar. No pensé en el retiro. Siempre se habla pero es cuestión del folclore del fútbol. Tienen poco que ver con la realidad. Por ejemplo, cuando se menciona a mi entorno, Es evidente que tengo amigos del fútbol, pero como sucede también con mi familia, no hacen comentarios del tema porque no se consideró. Ni siquiera tuve tiempo para pensar”.
-También porque estás recibido de entrenador y es el nuevo rumbo que toman muchos jugadores.
-“Hace dos años terminé el curso. ¿Si es algo resuelto? Mi vida es como futbolista”.
El ídolo de los aurinegros dijo que no pensó en cerrar su carrera “en el fútbol no se sabe que pasa mañana”
-¿Hay jugadores de clásicos o todo pasa por los momentos en el juego?
-“Creo en el juego. Los números favorables existen, son concretos. El clásico es distinto a todo. No importa cómo se llega. No es una frase hecha. Se demuestra en los hechos. Genera sensaciones que lo distinguen”.
-¿Qué le recomendarías a un juvenil que comienza en estos desafíos entre los grandes?
-“Todo pasa por vivirlo a la manera de uno mismo. Es el encuentro que más genera, en todo sentido”.
-Desde tu retorno a Peñarol, desde Wanderers, jugaste en las tres victorias oficiales con “Polilla” Da Silva, “Tito” Goncalvez y Jorge Fossati, en los tres casos, no fuiste titular en el encuentro anterior. ¿Por qué entonces se la juegan contigo ante Nacional?
-“Son decisiones de los entrenadores. Estoy hecho para todos los partidos, Si entienden que puedo jugar en el más importante. Es un dato real de la estadística. No lo interpreto porque soy futbolista. Lo tomo como una casualidad. Me siento un privilegiado”.
-¿Qué dimensión tiene el 5:0 en ustedes?
-“Si uno sueña ganar un clásico es la mejor manera. Peñarol se plantó muy bien, ordenado en la cancha. Fue el mejor rendimiento del año”.
-También en tu trayectoria?
-“Hubo otros muy buenos. Claro, no llegaron a la forma concluyente de la diferencia de cinco goles. Este partido está en el podio de mi carrera. Nos tocó a nosotros”.
-Avanzamos el año a julio. ¿Seguís en Peñarol?
-“No lo proyecté. En el fútbol no sabes que va a pasar mañana. Todo es muy cambiante. ¿Sabes en qué pienso? En Juventud, en la oportunidad de seguir en la punta y ganar el Torneo Clausura para definir el Campeonato Uruguayo”.
Pacheco entró a la historia de Peñarol por la puerta grande. Alcanzó a Omar Caetano frente a Nacional en el profesionalismo. El N°8, ovacionado por los hinchas, el de los títulos y la vuelta luego del año en Wanderers, Ganador clásico desde juveniles, cuando sus padres Ana María y Julio, impulsaron su gran pasión. Hoy, a los 38, juega a pura estirpe.
Pacheco, la N°8 en la espalda y los aplausos de los hinchas el domingo en el Estadio Centenario.
