Se declaró feriado y se anuncia manifestación de 100.000 personas
La policía local custodiando los accesos al hotel donde se encuentra alojada la delegación uruguaya.
Brasil-Uruguay, en peligro. La Policía de Minas Gerais avisó que no puede resguardar la seguridad de los aficionados que concurran al estadio Mineirao a presenciar el clásico sudamericano y pidió la suspensión del partido. La FIFA obliga a jugarlo. Marcio Lacerda, prefeito de Belo Horizonte, decretó feriado municipal para este miércoles en Belo Horizonte y pidió ayuda al ejército nacional brasileño.
La policía local custodiando los accesos al hotel donde se encuentra alojada la delegación uruguaya.
Fotos: Fernando González / De nuestros enviados especiales
Para la hora de comienzo del clásico sudamericano está prevista una manifestación a la que podrían acudir 100.000 personas en el casco antiguo de Belo Horizonte, para protestar por el costo de la próxima Copa del Mundo y exigir mejores servicios públicos.. “El combate será inevitable”, afirmó Martins Santana, comandante general de la policía de Minas Gerais.
Joseph Blatter, estará presente en la primera semifinal de la Copa de las Confederaciones. La FIFA indicó que la seguridad se aumentó debido a las protestas, pero no se sabe si habría algún cambio por la presencia del presidente del organismo rector del fútbol mundial.
Belo Horizonte fue escenario de algunos de los enfrentamientos más violentos entre policías y manifestantes desde que estalló la ola de manifestaciones que exigen mejor educación, transporte y servicios de salud. El gobierno brasileño calcula que gastará unos 13.300 millones de dólares en estadios, renovación de aeropuertos y otros proyectos de infraestructura para la Copa del Mundo, incluyendo otros 3.500 millones de dólares en las doce sedes mundialistas.
ADVIERTEN A LOS TURISTAS
La Policía civil de Minas Gerais, advierte a los turistas que visitan la región con motivo de la Copa Confederaciones, que corren riesgo si salen de Belo Horizonte para visitar otros municipios vecinos. “Varias guarniciones del interior del estado fueron migradas para acá, Belo Horizonte, y se desprotegió a las ciudades del interior, teniendo de los ochocientos cincuenta y tres municipios varias ciudades sin un policía porque todo el efectivo está aquí en Belo Horizonte”, dijo el presidente del sindicato Denilson Martins. La Praca Sete, punto de encuentro por estos días de las concentraciones que marchan por el centro de la ciudad, amaneció con una serie de pancartas, escritas en español, en las que los agentes policiales que forman parte del sindicato realizan llamadas de “alerta” a los turistas.
