Talento bohemio
Rodrigo Amaral, jerarquía y calidad al servicio de Wanderers.

Rodrigo Amaral, juega con su amiga la pelota, junto al entrenador Antonio Pacheco. Talento bohemio.
Rodrigo Amaral, en etapa en blanco y negro. Se incorporó al plantel de Wanderers, por expreso pedido de Antonio Pacheco. El entrenador confía plenamente en sus condiciones futbolísticas y le otorgó una carta de crédito tras su pasaje por el balompié boliviano.
Nadie puede poner en duda que se trata de un volante ofensivo muy rico técnicamente. De cualidades innatas. Capacitado para aportar el necesario volumen de juego en ataque, en la zona caliente. Habilidoso, gambeteador serial, indescifrable, de potente pegada y majestuoso ejecutante de pelota quieta. Un auténtico crack.
Son marcados los altos y los bajos en la carrera deportiva que puso en marcha deslumbrando con su calidad en las divisionales juveniles de Nacional. Debutó en el primero albo, el 4 de marzo de 2015, ascendido por Álvaro Gutiérrez. En agosto de esa misma temporada, convirtió su primer gol. Ante River Plate, por la segunda fecha del Torneo Apertura. En filas tricolores, completó un total de 65 partidos, anotó 9 tantos y se coronó tricampeón uruguayo 2016/19/20.
El fútbol y sus innumerables caminos lo llevaron a militar también en Racing de Avellaneda, Fénix, The Strongest de La Paz, Plaza Colonia y Jorge Wilstermann de Cochabamba.
Con la gloriosa celeste se consagró campeón sudamericano. Integró el plantel sub 20 que conquistó el máximo trofeo en Ecuador en 2017. Último título de Uruguay en la categoría.
A los 27 años, llegó el tiempo de la revancha. Motivado, con sus innegables condiciones intactas y el apoyo de un director técnico, que no mucho tiempo atrás fue un futbolista de de élite, cuenta las horas para debutar y comenzar a brillar con la camiseta negra y blanca a rayas verticales.
Talento bohemio.