Liverpool recuperó la sonrisa y el camino triunfal. Tras dos derrotas consecutivas, volvió a ganar, conquistando tres valiosos puntos que lo posicionan nuevamente en la pelea por el Clausura y la clasificación a las copas continentales.

Fue por mínima, gracias a un rebote que cambió por gol Emiliano García, al mejor estilo de un oportunista centro delantero. Con esa conquista le alcanzó para superar a un Sud América, que dejó todo en la cancha, pero se marchó con las manos vacías y sigue comprometido en la fatídica del descenso.

El partido resultó ser de trámite más que agradable, de permanente ida y vuelta, con los arqueros como excluyentes protagonistas con sobresalientes intervenciones. En ese panorama, Liverpool sacó ventaja por ser efectivo.