Stuani hace historia
El delantero uruguayo se convirtió en el máximo artillero del Girona.
Girona, jun (EFE).- Con su gol ante Eibar que clasificó al Girona para la final de las eliminatorias de ascenso a Primera, el uruguayo Cristhian Stuani alcanzó a Arcadi Camps como máximo goleador histórico del club catalán (105).
En cinco temporadas vistiendo la zamarra del Girona, el delantero ‘charrúa’ ha celebrado 105 goles en 176 partidos oficiales entre LaLiga Santander, LaLiga SmartBank y la Copa del Rey.
En los cursos 2017-18 y 2018-19, ambos en Primera, anotó 21 y 20 dianas, respectivamente. En las últimas tres temporadas en Segunda, Stuani ha marcado 64 goles: 31 en la 2019-20, 10 en la 2020-21 y 23 en el presente curso.
Ha sido dos veces máximo goleador de Segunda con el Girona. En la 2019-20, cuando en la fase regular transformó 29 dianas -más que nadie en las últimas cinco temporadas-, mientras que en la presente (2021-22) ha anotado 22 tantos, empatado con Borja Bastón, del Real Oviedo.
De sus 105 goles, solo uno ha llegado desde fuera del área. Los 104 restantes han sido desde dentro del área, y 30 de ellos desde el punto de penalti. Además, ha conseguido 60 goles con la pierna derecha, 32 con la cabeza y 13 con la izquierda. Con el Girona, ha conseguido 19 dobletes -tres este curso- y tres ‘hat-trick’, uno este curso con el Alcorcón.
Desde que aterrizó en Montilivi en 2017 procedente del Middlesbrough inglés para ser uno de los referentes del proyecto del club catalán, su promedio con el Girona es de 0,6 tantos por encuentro.
Esta temporada ha marcado 22 de los 57 goles del equipo de Míchel Sánchez en la liga, cerca de un 40% de los tantos del equipo. La temporada pasada fue complicada –es la única con menos de 20 goles en Girona y la única que no ha sido el máximo goleador del equipo, ya que acabó por detrás de Mamadou Sylla–, pero esta ha vuelto a ser el referente del vestuario, en lo ofensivo y lo anímico.
El domingo en Ipurua volvió a gritar un tanto clave para el club catalán, del que ya es historia viva. Con 35 años -36 en octubre- ahora encara la final del playoff contra el Tenerife con la ambición de devolver al club y a la ciudad a Primera. De conseguirlo, no quedará ninguna duda para que sea considerado el mejor jugador de la nonagenaria historia del club. EFE