Señales
La selección uruguaya jugó un buen partido ante Polonia. Hubo momentos de buen fútbol. Estuvieron presentes en el marcador Suárez y Cavani, absolutamente imprescindibles e irremplazables en este equipo. Lodeiro fue el que en algún momento prometió ser. Y se ganó.
Fue provechoso, entonces, el encuentro. Amistoso, es cierto, sí. Pero vino bien cerrar el año con una victoria. Porque, se sabe, a la celeste no se le permite perder. La pasión se antepone a todo e impide cualquier tipo de análisis. Ayer salieron campeones pero lo que importa, y lo que hay que juzgar, es que hoy perdieron. Se roza la ingratitud.
Por eso, tras las muy pobres actuaciones en los últimos cuatro juegos por eliminatorias, la presentación en Gdansk dejó señales positivas. Señales de que no todo estaba tan mal, de que no había que echarlos a todos y de que el ciclo Tabárez está vigente y tiene crédito.