Palermo… hasta la última sangre
Sebastián Palermo debió abandonar la cancha por un corte en la cabeza. Profuso sangrado obligó a su sustitución. Fernando Cañarte terminó el primer tiempo sentido y no pudo seguir, en una cancha que se mostró pesada. Buena imagen de las hinchadas, que no fue numéricamente importante en presencia, pero si en aliento.
CANCHA: Pesada y feíta la cancha del Parque Maracaná. Las lluvias, la humedad y el césped raleado pusieron en escena un piso poco propicio para poder jugar la pelota con criterio. Pero las ganas, el deseo de salir adelante y el acostumbramiento de los jugadores a este tipo de escenario, fue mayor que el estado de la cancha.
PALERMO: Feo corte en la cabeza sufrió Sebastián Palermo, hombre de punta y gol en Cerrito. Un golpe en la testa le provocó un corte profundo, con profuso sangrado. Fue atendido rápidamente por la sanidad auriverde, que lo sacó de la cancha, pero no pudo salir. Un dolor de cabeza para el jugador y para el equipo.
CAÑARTE: Otra baja importante que sufrió la gente de Cerrito fue la de Fernando Cañarte, que sintió una molestia muscular sobre el final del primer tiempo, para terminar rengueando. Se esperó con ansiedad lo que se pudiera hacer en el vestuario, pero no hubo posibilidades, siendo sustituído a los cuatro minutos de la parte complementaria. Otra ausencia que sintió el auriverde.
SIN SECRETO: Un tema que se debe resaltar y es que ninguno de los dos entrenadores anduvo con misterios para dar a conocer la integración de los equipos. No nos referimos a hacerlo con tiempo antes del encuentro, que tendría que ser lo normal, sino que un par de días antes, cuando fueron consultados por tenfield.com no tuvieron empacho en dar los once de cada lado. Felicitaciones a Ramiro Martínez (Cerrito) y Marcelo Carrasco (Boston River).
CONTRACARA: La de las hinchadas al término del encuentro. Si bien no fue mucho el público que dijo presente en el Parque Maracaná, de todas formas se colgaron los trapos, se hicieron sentir los alientos. Los de Cerrito eran más y se fueron masticando bronca, pero aceptando el resultado. Los del Boston se quedaron un rato agitando banderas y alentando a sus jugadores, que se quedaron en la cancha un rato en respuesta al apoyo.