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Se vienen ellas




Las juveniles uruguayas preparan sus respectivos sudamericanos.


15 octubre, 2012
Columnistas

El fútbol no es popular porque se difunda y sea negocio. El fútbol es negocio y se difunde porque es irresistiblemente popular.

La Selección uruguaya Sub 17 del fútbol femenino premiada.

Los motivos por los que fue prohibido en otros tiempos, son los mismos por los que fue prohibido el teatro: el disciplinamiento y la represión social. Y por represión y disciplinamiento social fue que el teatro de la época isabelina, por ejemplo, o nuestras murgas, eran exclusivamente masculinos y el fútbol nació exclusivamente masculino.

Pero todo cambia y es conveniente estar atentos a las tendencias de los cambios.

Joseph Blatter, que sabe mucho más que nosotros de negocios y de difusión, advirtió que ahora la popularidad del fútbol femenino también es imparable.

Acaso en nuestro país no se exprese tan activamente como en otros, aunque su actividad es cada vez mayor e incluso sus éxitos deportivos, como el de nuestra selección femenina sub-17, ayudan a incrementarla, pero sí ha sido masiva la integración de las mujeres a las plateas del fútbol, frente al televisor y en los estadios.

No se trata de una integración silenciosa, por cierto: viene con buenas pretensiones protagónicas. Quizás estaban sólo en media parte descaminados en sus reacciones los chicos de la Universidad de Rugby, que consideraban al juego de los de Cambridge y más aún al de los de Etton, un juego femenino o los futbolistas norteamericanos que dicen que el soccer es un juego de niñas.

El maestro Tabárez afirma que el fútbol femenino es un deporte muy importante de seguir desarrollando, pero que es distinto al masculino.  Mi opinión no coincide con ésa de Tabárez. Es el mismo deporte y llegará el día en que el fútbol será mixto. Precisamente por su notoriedad masiva, de la que se deriva su éxito comercial, el fútbol no es comparable a otras disciplinas deportivas. Hoy se están formando generaciones de cultivadoras, porque la cantidad y la práctica generan mayor calidad y cultura. Mañana habrá jugadoras cuya participación prometa mejores resultados a un equipo profesional masculino y se las integrará.

Y cuando alguien en las tribunas quiera sustituirlas, dirá: “mejor juega mi abuelo”.