Se apagó la cámara
Primero se “calzó” lo guantes en su querido Rentistas.
Después hizo la carrera “paralela” con una infinidad de futbolistas, entrenadores, preparadores físicos, árbitros, dirigentes, gremios del futbol, carnavaleros, haciendo “magia” con su famosa cámara de fotos.
Nos siguió de cerca, nos dejó para la perpetuidad sus instantáneas, para que nuestros hijos, nietos, familiares y amigos, disfruten de sus obras y nosotros poder demostrar que “estuvimos ahí” como jugador o entrenador.
Para que nosotros tengamos siempre “frescos” los hechos del pasado y de algún presente.
Era común verlo correr de un arco al otro con su cámara.
Por si fuera poco cada vez que teníamos que hacer algún trámite en la Asociación Uruguaya de futbol. Estaba detrás del mostrador siempre atento a algún requerimiento.
De nuestras generaciones no hay quien no tenga fotos magistralmente “registradas” por él.
Fue un compañero más de nuestras canchas, una figura “insertada” dentro de cualquier cancha montevideana y también acompañó delegaciones uruguayas al extranjero.
Hace muy poco tuvimos dos encuentros con él; el primero en el cumpleaños de mi ex compañero y amigo Miguel Ángel “Puchero” Piazza.
El segundo, cuando fuimos a verlo a la Médica Uruguaya luego de su última operación, notamos con profunda tristeza, su estado, que contrastaba nítidamente con la vitalidad con que “pasaba” de cancha a cancha.
Se nos fue un amigo de las canchas, un compañero que ayudó a que tuviéramos “pasado registrado” en el futbol.
Se nos fue Julio Giovinatti.
Lo vamos a extrañar.
Si es cierto que hay una cancha con dimensiones inmedibles donde él se encuentra ahora , allí estará y allá nos esperará, para correr y decirnos, cuando se nos acerque, su clásico……”quédate ahí;…… y clik”.
Hasta siempre, Julio.