Salvador Ichazo fue el mejor jugador de la etapa y le puso candado al arco danubiano
Es de San José. Actualmente vive con su novia en Montevideo. Tiene a su padre y a su madre viviendo en San José, dos hermanos y tres sobrinos. Dos veces Subcampeón de América con la celeste (Sub-15, 2007, en Brasil y Sub-20, 2011, en Perú; Tercero en Sub-17, 2009, Chile), dos mundiales juveniles en su experiencia. Titular en Danubio en las dos últimas temporadas, Campeón del más reciente Torneo Apertura, Salvador Ichazo cumplió 22 años hace tres semanas. Fue el mejor jugador de la cuarta fecha del Torneo Clausura, atajando todo ante Nacional, en una victoria importantísima para los de la Curva, poniéndole candado al arco danubiano.
Hizo todo el baby fútbol en Central de San José y enseguida se vino a los juveniles de Danubio. Lo trajeron Rafael Perrone y Jorge González. A los doce años empezó a venir a Danubio y a los catorce a jugar en Séptima.
-¿Recordás los entrenadores que tuviste?
-En Central de San José tuve como entrenador a Eleodoro María González, el que más recuerdo y a Fabián Berdino, entre otros. Cuando llegué a Danubio, Rafa Perrone, Jorge González y como entrenador de arqueros específico estaba Carlos Arias, después, en Séptima, Gustavo Machaín, Gerardo Rodríguez, Dardo Pérez y después pasé a Tercera División y se fueron alternando mucho los entrenadores, porque llegué en una época en que se iban los técnicos y fueron cambiando mucho. El que me hizo debutar en Primera División fue Daniel Sánchez. Con la selección Fabián Coito en Sub-15, Roland Marcenaro en Sub-17 y Juan Verzeri en Sub-20.
-¿Cómo llegaste a la selección Juvenil?
-Un día estaba yendo a San José y me suena el teléfono. Me dicen que iba a estar citado a la Selección y pensé, sinceramente, que era una broma. Me convencieron de que era verdad y empecé un proceso largo, dos años antes del Sudamericano y cuando llegué a jugar el primer partido y vi la camiseta celeste con el 1 y con el nombre Ichazo arriba, me emocioné. No podía creer que aparte de que me iba a poner la de Uruguay, dijera mi nombre. Fue en Brasil. Salimos segundos, muy cerca de salir campeones, enfrentando a muchos jugadores que hoy los veo por la tele; Neymar, por ejemplo. Enfrentarme a Brasil en Porto Alegre y poder ganarle dos a uno fue algo muy lindo que me tocó vivir.
El campeonato Sub 17 en Chile lo disfruté mucho más porque ya tenía la experiencia previa del Sub-15. Eso es otra cosa buena que tiene el proceso de selecciones, que puede, si el rendimiento lo permite, mantener los jugadores, porque ya vas a jugar un Sudamericano sabiendo lo que es y creo que, en lo personal, tuve mucho mejor rendimiento en el Sub-17 que en el Sub-15. y lo disfruté más, con más confianza en mí.
Al Sub-20 de Perú fui como suplente. En el tercer partido el entrenador decide ponerme. Lo que yo más quería era estar ahí con los compañeros y me estaba entrenando de la mejor forma, pero cuando Verzeri me dijo que iba a jugar, no avisé a mi casa hasta una hora antes del partido, porque no estaba seguro y no quería crear una expectativa que después quizás no se cumpliera. Cuando entré a la cancha en ese partido ante Chile tuve que hacer fuerza para no quebrarme, porque había estado hasta con miedo de quedar afuera de esa Sub-20. Era un premio al esfuerzo que había hecho. Ya tenía una alegría enorme por el hecho de ir, aunque fuese como suplente, pero las ganas de jugar una vez que estás ahí te llevan a entrenar de la mejor forma posible. Terminé jugando hasta el último partido.
-¿El Mundial de Nigeria?
-Primero un viaje muy largo. Cuando llegamos las comodidades del hotel no eran las adecuadas para un Mundial. Fue clave el entrenador, que nos dijo que no íbamos a pasear, que el objetivo nuestro era hacer un buen mundial y si nos teníamos que quedar todos en una carpa lo íbamos a hacer. Cuando me comuniqué con mi familia les dije que el lugar estaba bárbaro, para no preocuparlos, pero no era así. Llegamos a cuartos de final y quedamos eliminados por España por penales, en un partido que remontamos de 1:3 a 3:3 y tuvimos para ganarlo en el alargue.
En Colombia disfrutamos poco, porque fue muy triste cuando quedamos eliminados y nos tuvimos que venir. Había un muy buen plantel pero a veces las cosas no se dan.
-¿Qué es Danubio para vos?
-Agradezco a Danubio como institución y a cada profesional que me acompañó, me ayudó y me aconsejó para cada día ser mejor jugador de fútbol y mejor persona. Gracias a ellos hoy tengo la posibilidad de desempeñarme como futbolista profesional. Con el paso del tiempo, en juveniles, donde conocí mucha gente del club, ahora en Primera División, al vivir partidos desde afuera o jugando, uno le va tomando mucho cariño a la institución. Hoy me siento hincha del club. El primer torneo que me tocó jugar quedamos últimos y había también muy buenos jugadores y entrenadores y sin embargo, no se nos dio. Ahora aprovechemos que este cuerpo técnico también está trabajando muy bien, que tenemos compañeros de experiencia que ayudan a los más jóvenes y jóvenes con muchas ganas y que las cosas van saliendo, confiando en el trabajo, porque Danubio no salió Campeón por suerte, sino por el esfuerzo, por la dedicación y debemos seguir disfrutando.