Sábado 14 de Marzo “Día Nacional del Handball”
Con el pasar de las horas, se van acallando los ecos del festejo del pasado sábado en el Gimnasio Sergio Matto de la ciudad de Canelones, cuando las dos ramas de las selección celeste clasificaron a los próximos Juegos Panamericanos de Toronto.
Como siempre sucede luego de la euforia, el correr de los días te va llevando del éxtasis a la reflexión, a ese análisis casi pormenorizado de lo ocurrido, en este caso de las sendas victorias, para mi gusto de corte histórico.
Desde el momento que finalizaron los encuentros de ida, en tierras estadounidenses, se marcaron dos situaciones bien claras, por el lado de la Selección femenina, el partido no sería un mero trámite, pero se iba a jugar con la tranquilidad de haber sacado una renta a favor de cinco goles (30-25), por ende el mayor desgaste (mas mental que físico) corría por el lado de la visita, casi inversamente proporcional era lo que le deparaba a los varones, ya que arrancaban el encuentro 0-4 (21-25), detalle para nada menor.
El ambiente festivo se vivía desde buen rato antes de comenzar el primero de los partidos, ni bien llegamos con Gastón Carbonell el gimnasio (casi una hora antes) para realizar la cobertura par Tenfield, todo era positivo, las chicas haciendo su pre calentamiento dentro del rectángulo de juego, la música que acompañaba, y la gente llegando en un muy buen número que iban colmando las graderías.
Cuando el reloj marcaba las 18.30 comenzaba el partido, y casi que fue un monólogo celeste, independientemente del tanteador, ya que en ningún momento se vió ni siquiera vislumbrar que la clasificación podía complicarse, podemos decir que al partido bien pudo sobrarle un tiempo.
Sólo faltaba que sonara la chicharra que marcara el final del partido y confirmar en los hechos que Uruguay iba a estar representado en la Rama Femenina en la ciudad de Toronto, allá por el mes de Julio.
Luego de los merecidos festejos, entrega de premios, notas, flashes y demás, todo iba a encaminándose para lo que era el partido de fondo, el de los varones, ese encuentro que sí tenía una cuota de nervios y de stress, de correr desde atrás en el marcador y la obligación de ganar mínimamente por cinco tantos (después entraría los goles a favor , etc).
Las 20:30 era la hora indicada, casi con una puntualidad inglesa, se ponía en marcha la búsqueda de la clasificación por parte de Uruguay, independientemente que los celestes se mantenían al frente en el marcador, el rival era por demás duro y nunca dejaba que las diferencias crecieran, las mismas eran de uno o dos goles, pero no más. ¿Qué significaba esto?, Uruguay seguía jugando bajo presión y los minutos pasaban, a diferencia de Estados Unidos que mantenían la tranquilidad y que a la postre lo llevaría a ponerse al frente en el marcado por 10 a 8.
La mano venia muy complicada, pero viene el “clic”, ese cambio radical que te lleva a dar vuelta la situación por más difícil que ésta sea, y nació una mancomunión (para mi fundamental) entre los uruguayos que estaban en las tribunas y los que estaban dentro de la cancha.
“El Sergio Matto” comenzó a convertirse en una clásica “caldera del diablo” (no solo por el calor reinante, sino por la presión de la gente) y la visita lo sintió, sumado al juego celeste que comenzaba a ser arrollador, el segundo tiempo fue todo un monólogo color cielo, se paso al frente y no se dejo la punta jamás, y las diferencias comenzaron a estirarse, el mínimo necesario se logró, y se comenzó a “sacar luz”, por mas que en exiguos momentos Estados Unidos amagó una liviana reacción, Uruguay fue más, y no paró hasta que el partido llegó a su fin. La hazaña estaba cumplida. Uruguay en hombres también diría presente en los Juegos de Toronto, la fiesta fue completa. Volvieron los festejos, abrazos, cantos, fotos y notas, no era par menos.
Quiero dedicar un párrafo aparte a lo conseguido por Uruguay, me hago cargo de la palabra que voy a utilizar para describir lo conseguido por nuestros seleccionados; lo del día sábado fue una verdadera HAZAÑA, no solo del Handball sino del deporte uruguayo en sí.
A no ser el fútbol, no existe otro deporte colectivo en nuestro país que en lo previo sea favorito ante cualquier selección de Estados Unidos (el fútbol, hoy en día más que nada por la historia), Uruguay no será nunca “banca” frente a la potencia del Norte, pongamos por ejemplo, el Rugby, Hockey, ni que hablar del básquetbol (entre otros).
Uruguay le ganó a Estados Unidos tres partidos en cuatro disputados (en calidad de ida y vuelta) y dejó sin Juegos Panamericanos a una potencia del deporte Mundial (independientemente si le dan, más o menor importancia a este deporte, lo desconozco y poco importa).
Nuestro país en deportes colectivos será representando en las Ramas masculina y femenina por el Handball en los próximos Juegos Panamericanos de Toronto (la última vez que sucedió esto fue en Santo Domingo 2003), dejando de manifiesto que por muchos años no habrá otro que iguale al Handball, detalle para nada menor.
