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Un aluvión tricolor

Los tricolores golearon 4:0 a Rentistas en el Estadio Centenario y cosecharon la primera alegría del Apertura. La ambición ofensiva explicó la diferencia. Y Brian Ocampo fue la figura excluyente.




Felipe Carballo es la imagen de la alegría de Nacional; aquí, festeja junto a Christian Almeida y a Brian Ocampo.


12 febrero, 2022
Primera

Nacional logró su primera alegría del Apertura, al vencer 4:0 a Rentistas en el Estadio Centenario. El  tricolor transformó su victoria en goleada a través del talento de Brian Ocampo, clave en el ataque por su pegada cargada de calidad, y también por su talento para abrir a la defensa rival. En el primer gol, en el cierre del tiempo inicial, Felipe Carballo empujó la pelota a la red tras un formidable remate de Ocampo que dio en el palo izquierdo. Después, el volante juvenil Manuel Monzeglio, de zurda, y la reiterada categoría de Ocampo sellaron la goleada. ¿Distancia exagerada? Lo que el albo exhibió fue una máxima contundencia para superar el duro revolcón del debut.

 

Particularmente brillante en la noche de hoy, Ocampo impulsó a los tricolores a una victoria merecida e incuestionable. Antes de la ventaja, el delantero conmovió el horizontal en otra búsqueda fantástica. La ambición de Nacional, más allá de algunos momentos de cierta confusión, estabilizó la insistencia y acumuló méritos. El gol anulado a Juan Ignacio Ramírez, de cabeza por posición adelantada, reflejó la postura colectiva, volcada al ataque.

 

Rentistas arriesgó en el complemento, se adelantó y se acercó un par de veces al arco de Sergio Rochet, aunque no le alcanzó.  La apuesta a Juninho, en esta oportunidad, no generó espacios en el contragolpe. Entonces, salvo a través de un tiro libre del brasileño, el equipo no llegó con decisión.

 

El equipo de Pablo Repetto no se conformó con la diferencia, y aceleró para aumentar. Monzeglio y Ocampo cerraron la gran función ofensiva. Ramírez también forzó al error de Silvera en el cuarto gol. Nacional se levantó y ganó. En esta etapa, con su nuevo entrenador, el triunfo en el bolso es la contraseña indispensable  para afianzarse. Y, así, soñar a lo grande.