El empate sin goles en el Estadio Charrúa contuvo la emoción del gol pero un partido interesante. El resultado se explicó en la precisión ausente porque tanto Rampla Juniors como Villa Teresa, en momentos  y con argumentos diferentes, pensaron en el arco de enfrente. Se jugaron la ropa por el triunfo.  El equipo de Carlos Rodao dominó en la primera parte y se acercó con decisión. El arquero Fernando Laforia representó el obstáculo en las llegadas netas. Silvera, en ese tramo, y luego Cóccaro, acecharon al grito máximo.

Los rojiverdes cambiaron a partir de las decisiones de su entrenador Julio César Antúnez. La apuesta a Horacio Sequeira, a Santiago Rodríguez  y a la velocidad del colombiano Joshuan Berríos revitalizó a Rampla Juniors. El cabezazo de Emilio Mac Eachen provocó la notable reacción del golero Da Silva y luego el anticipo de Isaac Méndez, en la vía aérea, dio en el palo izquierdo. 

La incertidumbre se mantuvo hasta el desenlace. La idea de ganar, de los dos lados, sobrevoló hasta el cierre del encuentro. El empate sumó más en la ambición y en los recursos futbolísticos que en la tabla de posiciones.