Segundo tiempo: Recife en silencio
Luis Suárez en el silencio manda a callar a todo el estadio.
Luis Suárez, el capitán uruguayo manda a callar a todo el estadio.
Escribe Atilio Garrido / Fotografías Fernando González
Cristian Rodríguez se quedó en el vestuario. Seguramente agotado. Uruguay perdía a su mejor elemento. En su lugar entró Álvaro González, sin que se variara –como pensábamos- la estructura del medio campo. El Tata entró a jugar por la izquierda, en idéntica posición a la del Cebolla. La zona derecha de la defensa oriental continuaba quedando a merced de los brasileños.
Movieron y Uruguay le pagó con la misma moneda. Aunque no tan rápidamente. Un córner a favor de los celestes ejecutado en forma corta, al primer palo, originó el rechazo de Dani Alves. Se originó el contragolpe peligroso que neutralizó Egidio con gran esfuerzo tocando atrás para Victorino. El zaguero sacó a la marchanta, apurado, hacia la izquierda del ataque. La recepcionó Álvaro Pereira sólo. Miró para los costados y no tenía opción e pase. De pronto, como una flecha surgió Luis Suárez metiéndose en diagonal al área. Palito Pereira metió la pelota justa. Con precisión de teodolito y sextante. Suárez le ganó la posición a Miranda y le pegó cruzado, como venía de pierna izquierda. Alisson no llegó y el gol del empate quedó decretado.
Conseguida la igualdad el equipo celeste se replegó. Era lógico. Trataba de arropar a su defensa cuya actuación en el primer tiempo resultó el talón de Aquiles del equipo. Cavani bajó unos metros y se sumó a la línea de volantes, como quinto hombre, quedando arriba, sólo, Suárez.
A su vez, Brasil sintió el impacto. No reaccionó ferozmente. Un poco por temor y, otro poco, porque tácticamente Vecino comenzó a realizar, desde el arranque de la etapa complementaria, una gran actuación. ¿Cuál fue la variante? Se replegó atrás de Sánchez y delante de Fucile, en tanto Egidio tomaba la mitad de la cancha como los viejos “centrojases”. Con ese expediente Uruguay corrigió en parte los defectos de la zona derecha. Contribuyó, también, que Brasil no insistió en atacar por esa zona. Douglas que había sido la gran figura, el hombre que descontroló a la zona derecha de la defensa, bajó revoluciones. ¿Por qué? Porque dejó de recibir la pelota solo. Lo encimó Vecino. Lo controló Sánchez. Fucile y Victorino no quedaron tan solos, expuestos a la velocidad y talento de Douglas y Neymar.
El partido cayó en un bache de incertidumbre que pareció quebrarse cuando, por primera vez en la segunda etapa, Brasil atacó por la derecha de la defensa celeste. Falló Fucile, entró en diagonal al área Douglas y cuando se perfilaba para rematar, salvó Sánchez cortando y saliendo al ataque. Hubo una infracción del uruguayo que Pitana no sancionó.
En ese lapso del partido en que se jugó en la mitad del campo, hubo un injusta tarjeta amarilla hacia Suárez y otra, similar, para Neymar, también equivocada. En cambio, si debió ser amonestado Gustavo cuando cortó mal a Álvaro González. Asimismo, apareció en varias ocasiones Coates, restando como último hombre, levantando su nivel.
A los 22 minutos salió Fernandinho y entró Coutinho. Un hombre de área, en lugar de un atacante que arrancaba de más atrás.
Con un tránsito anodino del juego, con Uruguay defendiéndose y cerrándose atrás, y con Brasil dominando aunque sin la profundidad de la primera etapa, se llegó a la media hora. En una incidencia irrelevante el juez amonestó a Dani Alves, cuando el brasileño estaba en zona de ataque y trancó a Palito Pereira.
Uruguay atacó por la izquierda en incidencia donde el zaguero Miranda perdió el calzado. Dunga se jugó la segunda carta de cambio metiendo a un punta de lanza neto. El grandote Oliveira entró por Douglas. Minutos después Stuaniingresó por Sánchez en los celestes. En la jugada siguiente una monumental jugada personal de Suárez, gambeteando dentro del área, constituyó la mejor chance personal –hasta ese momento- de los celestes, no concretada porque no había nadie en el área chica cuando Luis Suárez metió el centro rasante.
Con Brasil nervioso, una pelota que controló Suárez en posición de insider derecho, la derivó de manera notable para la corrida de Stuani quién ingresó sólo, de frente al arco, pisando la cercanía del área grande. Desde atrás David Luiz lo cortó en la boca del área, saliendo –ahora sí- correctamente la tarjeta amarilla que, tal vez, debió ser roja porque evitó con su acción un gol. El remate libre de Suárez no trajo consecuencias. En la recarga avanzó Brasil, tomó la pelota Felipe Luiz y disparó desde lejos. El gran remate lo mandó al córner Muslera, quién se quedó con la pelota aérea del centro posterior.
En la jugada siguiente llegó lo increíble. Luis Suárez peleó una pelota con el zaguero Miranda. Le ganó como toda la noche. Lo desplazó, controló el esférico y… quedó sólo. Cara a cara con Alisson quién ni siquiera se animó a salir. Estaba el gol a su merced. No podía fallar. Era tocarla y estaba. Luis prefirió reventarlo de un pelotazo al medio del arco para no errar y… le pegó en los pies al golero.
Brasil sintió el impacto. Uruguay se adueñó de la cancha. Stuani que ingresó en gran forma, se mandó al ataque en varias ocasiones. Una de ella, habilitado por Suárez, culminó con un furibundo tiro de derecha que salvó Alisson.
El capitán oriental se agigantó. Eran todos contra él. El terror por marcarlo generó situaciones tales como esa en que, estando sólo para restar el zaguero Miranda, la dejó pasar para que la recibiera Suárez.
Así, con Uruguay silenciando Recife, con un Suárez sensacional, el equipo uruguayo rescató un empate que lo deja en la segunda posición de la tabla.
BRASIL 2:2 URUGUAY
Cancha: Estadio Arena Pernambuco de Recife.
Juez: Néstor Pitana Líneas: Juan Pablo Belatti y Ezequiel Brailovsky (terna de Argentina).
Brasil: Alisson, Dani Alves, Miranda, David Luiz, Filipe Luis, Luiz Gustavo, Fernandinho (66′ Philippe Coutinho), Renato Augusto, Willian (84′ Lucas Lima), Douglas Costa (77′ Ricardo Oliveira) y Neymar. Director técnico: Dunga.
Uruguay: Fernando Muslera, Jorge Fucile, Mauricio Victorino, Sebastián Coates, Alvaro Pereira, Carlos Sánchez (80′ Christian Stuani), Matías Vecino, Egidio Arévalo Ríos, Cristian Rodríguez (46′ Alvaro González), Luis Suárez y Edinson Cavani. Director técnico: Oscar Tabárez. Suplentes: Martín Silva, Martín Campaña, Diego Polenta, Gastón Silva, Guillermo Varela, Nicolás Lodeiro, Diego Laxalt, Giorgian De Arrascaeta, Abel Hernández y Diego Rolan.
GOLES: 40″ Douglas Costa (B), 25′ Renato Augusto (B), 31′ Edinson Cavani (U), 48′ Luis Suárez (U).
Tarjetas amarillas: 55′ Luis Suárez (U), 62′ Neymar (B), 75′ Dani Alves (B), 82′ David Luiz (B).
