Peñarol campeón del Torneo Clausura
Los aurinegros son los campeones del Torneo Clausura y definen el Campeonato Uruguayo con Nacional. El empate 2:2 con Racing le dio el título por la derrota de River Plate. Peñarol ganaba por dos goles y se durmió en los minutos finales, propiciando la reacción del albiverde. Logró el objetivo que se propuso con Pablo Bengoechea. Ahora, ilusión de semifinal.
“Tony” Pacheco, el capitán, con la medalla y la Copa de campeón del Torneo Clausura.
Peñarol campeón del Torneo Clausura con final en suspenso. Las medallas, la Copa en manos del capitán Tony Pacheco y esa sensación extraña por el 2:0 que se consumió en los minutos finales, cuando Racing sorprendió con eficacia, desde el desvío de Mauricio Affonso a la cabeza de Jesús Trindade y sonrió en el 2:2. Directo a la semifinal del Campeonato Uruguayo con Nacional y a la zona de grupos de la Copa Libertadores 2016. El objetivo superlativo, desde la asunción de Pablo Bengoechea, se hizo realidad, para pensar en el título máximo y obviamente el factor de la tabla anual que favorece a los tricolores.
La conquista de los aurinegros se pareció a la marcha en la competencia. Ilusión en un tramo, incertidumbre en otro y regularidad en el último tramo. El punto le dio rédito por la derrota del escolta River Plata. La imagen del desenlace abrió el signo de interrogación.
El carbonero se iluminó con el Rayo, Urretaviscaya, el jugador del despegue y cuando pensó en ganar con luz en el penal de Tony Pacheco, se “durmió”. Los dos goles de Racing le quietaron entidad porque la caída de River Plate aseguró la Copa.
“URRETA” GRAVITANTE
El vértigo del delantero, en el pase de Aguiar, construyó la ventaja que parecía fortalecer en el segundo de Pacheco. Urreta fue Artífice en la hoja de ruta, de los mejores momentos, para la conquista. Volvió después del traumático Apertura y en esta segunda parte, terminó con la Copa en alto, y el pasaje directo a soñar con el Campeonato Uruguayo, frente a Nacional.
Pablo Bengoechea, el ídolo de bronce, desde el rol de entrenador, asumió en la turbulencia –diecisiete puntos atrás en la anual- y obtuvo el segundo Torneo de la temporada. Ahora, el Uruguayo es otra historia. El próximo domingo, clásico en el Centenario.
Los 30.000 hinchas en el Estadio Centenario –en su mayoría- pasaron de la incertidumbre por los “bombazos” de Nicolini a la ilusión en el gol de “Urreta”.
El albiverde acabó con su esperanza de ir a la Copa Sudamericana. Cometió un pecado capital enfrentando a un grande: no supo resolver. Entonces, la elaboración interesante no culminó con precisión. Eso equivale a la desilusión..
LA INTENCIÓN ALBIVERDE Y EL DESEQUILIBRIO
La derecha temible de Ignacio Nicolini y la zurda precisa de Juan Pablo Rodríguez apremiaron el arco de Migliore. Peñarol eludió el cerco cuando Urretaviscaya aceleró por el costado derecho envió el centro y “Japo” Rodríguez, de zurda, definió a la parte externa de la red.
Sin huecos para filtrarse, todo se recargó en Urreta. Zabala hizo volar a Migliore. El arquero de Peñarol estuvo más comprometido que Gentilio. El dueño de la escena, Urreta, provocó la explosión en el Centenario. Rápido y letal en la asistencia de Aguiar para culminar con justeza.
LA OFENSIVA Y LA REACCIÓN DE RACING
La búsqueda de Racing con presión en el juego de arriba también ofreció espacios para los contragolpes. Japo Rodríguez corrió desde la mitad de la cancha, conectó a Zalayeta y el latigazo se levantó sobre el horizontal.
Viera a la línea de volantes, delante de la línea de cuatro por Marcel Novick. Bengoechea tomò recaudos en el balance defensivo. Ostolaza también revisó sus recursos.
La inspiración de Urreta, tanteo mediante, generó la reacción del arquero Gentilio. Pacheco cayó en el área, pidieron penal y el árbitro dijo no. En la acción siguiente, dio penal de Dudok a Pacheco, en el cuerpo a cuerpo y el golpe con el brazo. La anterior era falta clara. Pacheco en el punto penal, es gol.
Dos goles y la Copa latente. Sin embargo, Racing resurgió. Desde el tiro libre y el desvío de Affonso al centro para la cabeza de Trindade a la red. El 2:2, dejó a Peñarol campeón y con el corazón en el Campeonato Uruguayo.
RACING 2:2 PEÑAROL
Cancha: Estadio Centenario. Jueces: Jonathan Fuentes, Antonio Fedorczuk y Marcelo Gadea.
RACING: Nicolás Gentilio, Gonzalo Aguilar, Rodrigo Brasesco, Sebastián Cardozo, Darwin Torres, Ignacio Nicolini, Ernesto Dudok (73′ Jesús Trindade), Diego Zabala (73′ Daniel Acosta), Juan Pablo Rodríguez, Diego Martiñones (90′ Javier Méndez), Mauricio Affonso. Director Técnico: Santiago Ostolaza. Suplentes: Diego Melián, Franco Romero, Pablo Lacoste, y Renzo López.
PEÑAROL: Pablo Migliore, Jonathan Sandoval (76′ Andrés Rodales), Carlos Valdez, Emilio Mac Eachen, Gianni Rodríguez; Marcel Novick (53′ Gonzalo Viera), Luis Aguiar, Jorge Rodríguez (83′ Hernán Novick), Jonathan Urretaviscaya, Antonio Pacheco y Marcelo Zalayeta. Director Técnico: Pablo Bengoechea. Suplentes: Washington Aguerre, Damián Macaluso, Gabriel Leyes, y Juan Manuel Olivera.
Goles: 39′ Jonathan Urretaviscaya (P), 70′ Antonio Pacheco de penal (P), 89′ Mauricio Affonso (R), 90′ Jesús Trindade (R).
Tarjetas amarillas: 52′ Juan Pablo Rodríguez (R), 90′ Jesús Trindade (R).
Antonio Pacheco en el beso sagrado a la camiseta de cara a la tribuna partidaria, tras anotar de tiro penal el segundo gol aurinegro.
