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Que lo transitorio no sea definitivo




Fredy Varela, presidente de El Tanque Sisley, emitiendo su voto en la frustrada elección del nuevo presidente de la AUF.


11 agosto, 2014
Columnistas

Decía Don Emilio Frugoni, abogado, escritor, poeta, decano de la Facultad y fundador del Partido Socialista en Uruguay que por estos pagos: “todo lo transitorio es definitivo”. Y eso es malo, sostuvo.

En todos los órdenes. No hablamos solamente del fútbol y entorno.

Es como una religión, nadie sabe la razón que, pudiendo mejorar situaciones, los uruguayos nos conformamos con “atar con alambre”, cuando se conoce a la perfección la solución a cualesquiera de los problemas que se nos presentan a diario.

Es una costumbre. Es una mala costumbre.

Se buscó Ejecutivo mediante el voto. Nada más lógico. No se llegó a un acuerdo.

Hay tiempo, dicen, reglamentario, para regresar al sufragio.

Son tan poquitos que, en realidad, si levantan las manos, éste sí, éste no, ya está.

Pero no. Es por la urna. Perfecto, adelante. Tampoco.

El colectivo popular inventa “apoyos”. Siempre ha sido así, es la política. Nada nuevo.

Pues, no es así. O no lo vemos de esa forma.

Tanto que, el proyecto de cinco clubes sobre cómo deben ser las futuras actividades de la Asociación,  me parece, uso la primera persona del indicativo, fundamental para la próxima gestión.

Peñarol, Defensor Sporting, Danubio, Liverpool y Atenas, expresaron su idea.

Es cierto, no es cuestión sólo de votar.

El tema es mucho más profundo. ¿Qué votar?, que es distinto.

Porque para seguir como está la Asociación, el intento será fallido. Por más buena gente que gane.

Lo que importa es una sustancial modificación, que se concrete una auténtica transformación, moderna, con objetivos claros, tal cual enumeran estos clubes y que no se trate, simplemente, de otra elección de autoridades.

Dicen los firmantes y no es una utopía pensar en un plan de desarrollo efectivo lejos de los enfrentamientos cotidianos, para concentrarse en una realidad que llama a la puerta de la calle Guayabos.

Es lo más serio que observé hasta el momento.

Se le pueden agregar una cantidad de ítems, pero el concepto está planteado.

De lo contrario, aquel pensamiento de Frugoni se dará una vez más: que lo transitorio sea definitivo porque cambiaran los apellidos, pero el sistema será el mismo.

Y el fracaso se repetirá.

Lo que me hace citar una sutil anécdota de nuestra Cámara de Diputados, cuando un representante llamado Pelayo (rival ideológico), interrumpe la disertación del Dr. Frugoni y lo increpa: ” Me parece que el señor diputado Frugoni pega más en la herradura que en el clavo …”

A lo que el Dr. Frugoni responde rápidamente: “es que no es mi culpa que el señor diputado se mueva tanto …”