Peñarol hizo agua
Peñarol se llenó de bronca en el Capurro, donde empató con Progreso bajo lluvia, comprometiendo la punta del Clausura. Una vez más, no definió y sufrió. El árbitro Burgos no sancionó un penal.
Peñarol empató 0:0 con Progreso en el Parque Capurro y, así, naufragó en la lluvia. El aurinegro igualó por tercera vez consecutiva en el tramo definitivo del Clausura, pero esta no fue una más, porque el equipo dejó en suspenso la punta exclusiva del torneo, debido al fallo pendiente del Tribunal de Apelaciones respecto del partido disputado entre Cerro Largo y Nacional, correspondiente a la primera fecha. La nueva igualdad también arriesgó su liderazgo en la Anual. “Nos informaron que el fallo es favorable a Nacional”, dijo Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, antes del partido en Radio Oriental. Y el efecto puede ser impactante.
La frustración de Peñarol en el ambiente polémico y de alta tensión en la AUF también sobrevoló el Capurro. El equipo de Mauricio Larriera dilapidó otra oportunidad de ganar, principalmente en la segunda parte, cuando atacó con insistencia. Sin embargo, en relación al control de la pelota y a las intenciones de juego –a pesar de las condiciones adversas provocadas por el agua y el viento-, no definió adecuadamente. Rodrigo Formento voló en un cabezazo de Rubén Bentancourt y en un potente remate de Ignacio Laquintana. Entonces, más allá del dominio en campo rival –el carbonero se presentó a la segunda parte con Laquintana en cancha- chocó una y otra vez con su ineficacia. En la parte inicial, salvo por una pelota de Giovanni González en el poste izquierdo y por un taco de Canobbio, no salió del letargo y del repertorio de toques que se sucedieron sin profundidad.
El enojo de Peñarol explotó en el penal que el árbitro Javier Burgos no sancionó tras una mano de Gonzalo Andrada, y los reclamos brotaron. Enfrente, Progreso ganó un punto valiosísimo, porque resistió en su anhelo de la permanencia más allá de su notable actuación en el Clausura. Formento lo salvó en el complemento. Pero al equipo de La Teja no le salió el contragolpe.
Peñarol terminó cargado de bronca e incertidumbre. Y el empate le dejó sabor a derrota.