Tres puntos de alivio
Peñarol le ganó 2:0 a Progreso en el Parque Paladino, por la decimocuarta fecha del Torneo Clausura.
Gary Kagelmacher, el autor, en el festejo del gol que comparte con Joaquín Piquerez.
Peñarol: tres puntos de alivio. Le ganó con justicia a Progreso, sin lucir en demasía, en una temporada para el olvido, que no lo tiene como protagonista por la pelea del título de campeón. Mantiene aún la posibilidad de clasificar a la zona de grupos de la Copa Libertadores, sabiendo que no depende de sí mismo, puesto que todo pasa por un caída de Rentistas en la semifinal del Campeonato Uruguayo.
El aurinegro manejó la primera parte. Con Facundo Torres como conductor, en una cancha complicada por las copiosas lluvias caídas en las últimas horas en la capital, se adueñó del balón y se posicionó en campo rival. Le faltó profundidad, pero sobre el final capitalizó una jugada de pelota quieta, con anticipo del húngaro Vadócz, quien de cabeza desvió el balón que encontró a Gary Kagelmacher sin marcas en el segundo palo, y directamente la mandó al fondo del arco. El dueño de casa, con sensibles bajas, no fue capaz de generar juego ofensivo.
El aurinegro siguió marcando su predomino futbolístico en el complemento. Fue superior sin mostrar nada excepcional, aunque con la jerarquía de sus jugadores le alcanzó para manejar trámite y balón ante un rival ordenado y enjundioso, que de toda maneras no lo inquietó nunca en defensa.
El golazo de Agustín Álvarez Martínez le bajó por completo la cortina al partido. Perfecto derechazo de tiro libre para dejar a las claras que se trata de un delantero completo, sin techo.
Peñarol ganó y quedó cerca de obtener el premio consuelo.
