Progreso vive y lucha. Tres puntos de oro conquistó en el ajustado triunfo sobre Fénix.

Y ganó por una cabeza. La que metió Gastón Colman a un preciso envío aéreo de Maxi Viera, para mandar el balón al fondo del arco. Y con ese gol le alcanzó para superar a un albivioleta que dependió exclusivamente del talento y la pegada de Rodrigo Amaral para generar peligro.

El encuentro fue de trámite mediocre, entrecortado y con los dos equipos carentes de profundidad. El local sacó la diferencia con el cabezazo de Gastón Colman y la visita arañó el empate en el último minuto del descuento con el cabezazo a boca de jarro de Juan Alvez, que en gran intervención logró desviar Rodrigo Formento.

El Gaucho del Pantanoso, quiere seguir siendo de primera.