Primer entrega: lo que no te muestra la tele…
La llegada al aeropuerto de El Alto presenta un panorama geográfico difícil de comprender. Después, el descenso hacia La Paz. Pasamos de 4.200 metros a 3.600 sobre el nivel del mar.
Escribe: Atilio Garrido / Fotos: Fernando González (enviados a La Paz)
*VIAJE: Madrugaron los integrantes de la delegación de Uruguay. A las 8.30 horas de la mañana –dos horas más en nuestro país–, abandonaron las instalaciones del Hotel Los Tajibos trasladándose en “góndola” hasta el aeropuerto.
*VIAJE II: Los encargados de los vuelos “charter” contratados en este caso por la AUF, habían realizado una eficaz labor. Solicitaron las cédulas de identidad el día anterior a todos los integrantes de ella y, al llegar al aeropuerto “ViruViru”, entregaron a cada pasajero el bording-pass, ingresando directamente al avión.
*VIAJE III: Como siempre, porque la naturaleza no cambia, después de 55 minutos de vuelos la llegada a La Paz, el “techo de América”, es impresionante por el panorama que se dibuja en la ventanilla del avión. El aeropuerto está en El Alto, es decir en el altiplano, que es una enorme extensión de miles y miles de quilómetros cuadrados, totalmente plano, sin montañas y sin vegetación. Todo es tierra. Desde allí, una vez que el avión aterrizó y los pasajeros se suben a las “góndolas” para ir hasta el centro, se recorre en bus esa planicie hasta llegar “a la bajada”. Es el lugar de la ruta donde el ómnibus comienza a bajar entre las montañas que… ¡están más abajo que el altiplano! Es por eso que se pasa de los 4.200 metros que hay en El Alto hasta la marca de altitud de 3.600 metros que es donde se encuentra el estadio “Hernando Siles Suazo”.
*¡AL ESTADIO! Inmediatamente, desde el aeropuerto nos trasladamos hasta el estadio “Hernando Siles”. Obviamente, llegamos luego de otros 40 minutos de mini-bus, a las 11.40 hora boliviana, al escenario donde se jugará el partido. No habían cortado el tránsito; no existía público en las inmediaciones y solamente se había iniciado el armado de los puestos de ventas de merchandasing en las calles y la gente de Coca-Cola Bolivia había instalado enormes globos inflados con la botella de marca y una pelota.
*¡A LA CANCHA! Ingresamos por una puerta lateral –la única que se encontraba abierta–, por donde accedían el personal de producción de la televisión y de la publicidad estática, que se encontraban armando los carteles. Allí estaban los de “Uruguay Natural”, luciendo orgullosos entre los demás avisos convencionales.
*TEMPERATURA: En La Paz, durante el día, los habitantes o los turistas que llegan –como nosotros en este caso–, están sometidos a los avatares climáticos. En un día, durante el invierno, siempre se disfruta y se soportan, las cuatro estaciones: frío en la mañana, calorcito al mediodía, descenso de la temperatura en la tarde y, en algunos casos como ha ocurrido la semana pasa… ¡nieve! Por este motivo, en este momento en que enviamos este despacho, el sol a plano lastima la piel y la temperatura ronde los 20 grados.
*BANDERA: Cuando ingresamos a la cancha recién habían cortado el pasto. Se encuentra bien bajo y bien empastado. En la tribuna frente a las cabinas de prensa y Palco Oficial –nuestra Olímpica–, en la parte alta, segundo tramo, estaban desplegando una gigantesca bandera de Bolivia. Realizaban las pruebas para que minutos antes del partido, cuando salgan los equipos al campo, sea exhibida por encima de los aficionados que ocuparán esa localidad.
*¡NO SE VA A LLENAR! Hasta la noche de ayer se habían vendido en la previa 1.260 entradas. Preguntamos al llegar a los funcionarios del estadio si las tribunas iban a encontrarse llenas para la hora del partido y nos dijeron que no. ¡Imposible!, señalaron. Ocurre que la baja producción de Bolivia no es aliciente para que los hinchas se acerquen al estadio y más en día laborable. Los cálculos que hicieron esos mismos funcionarios sobre la cantidad de público asistente, ubican en 12.000 entradas que pueden llegar a venderse esta tarde.