Pese a 3 derrotas Uruguay irá a Rusia
El capitán Diego Godín cabeza gacha es la imagen de la frustración uruguaya. Los peruanos festejan al fondo.
El capitán Diego Godín cabeza gacha es la imagen de la frustración uruguaya. Los peruanos festejan al fondo.
Escribe Atilio Garrido / Fotografías Fernando Gonzàlez
La tercera derrota consecutiva de Uruguay, con el agravante de arrancar en ventaja en el tanteador en ese trío de encuentros, duele y lastima. Chile, Brasil y Perú, han sido estaciones de un ferrocarril celeste que caminaba sin tropiezos hacia su destino. La renta obtenida se escurrió como arena entre las manos. A cuatro enfrentamientos del final (Argentina, Paraguay, Venezuela y Bolivia) los uruguayos volvemos a recurrir a la máquina de calcular y mirar con mayor atención el resultado de los adversarios que integran ese apretado pelotón, del cual surgirán los cuatro acompañantes de Brasil a Rusia 2018.
Ante Chile en Santiago el equipo celeste no mereció la derrota. Inclusive, el error del árbitro le impidió acumular mayor ventaja en el tanteador para encarar el segundo tiempo.
De aquel equipo ordenado, armonioso, muy firme en defensa que cerró el año en noviembre en la segunda posición de las eliminatorias, se pasó a este mes de marzo donde el conjunto arrancó muy bien ante Brasil, exhibiendo a partir del gol convertido a favor a los 9 minutos, todo tipo de defectos en la defensa y la zona de volantes que culminaron con contraste duro.
Aquí, en Lima, el rendimiento del conjunto en esas dos zonas que fracasaron ante Brasil, tocaron fondo frente a Perú, expresión futbolística de menor entidad y jerarquía que los brasileños. En lo personal, llegamos a la ciudad que construyeron los incas y luego fue de los virreyes, con la seguridad de que las defecciones cometidas ante Brasil y las deficiencias exhibidas en esa oportunidad, iban a disminuir sensiblemente. ¿Por qué pensábamos así? Porque las diferencias futbolísticas y la calidad individual de los jugadores brasileños, comparados con los peruanos, es profunda. Sin embargo, el rendimiento del equipo compatriota en defensa y mitad del campo, mermó mucho más, comparado con el que expuso ante Brasil.
En cambio, en ataque, ausente Luis Suárez frente a los brasileños, su retorno mejoró sensiblemente la producción ofensiva del conjunto celeste en el enfrentamiento ante los peruanos. Es decir, en este caso se dio la lógica, lo previsto. Ante Brasil, además del tanto marcado de penal por Cavani, Uruguay no dispuso de incidencias peligrosas con inminencia de gol. Sólo una se registró y fue de pelota quieta cuando el partido estaba igualado. Centro de Sánchez y cabezazo de Vecino que salió desviado. Ante hubo un intento del mismo Vecino, en una jugada confusa, rematando afuera desde la línea del área grande.
Lo perdido, perdido está. Positivamente Uruguay debe observar el futuro, partiendo de la constatación reiterada una vez más, de que dispone del mejor dúo atacante del continente. Suárez en primer lugar, actuando junto a Cavani como lo hicieron ante Perú, resultan incontrolables para los adversarios. Lo que debe corregirse, sin duda alguna y surge claro después de los contrastes ante Brasil y Perú, es el funcionamiento de la defensa y la media cancha.
Hasta el próximo mes de agosto transcurrirán cinco meses de inactividad por las eliminatorias. En cambio, deberán llevarse a cabo dos partidos amistosos para ocupar las fechas FIFA, ante Irlanda e Italia. Será una ocasión estupenda, para que el director técnico récord mundial, con su reconocida capacidad, sentido común y amplio conocimiento del fútbol, adopte las medidas del caso para darle solidez a esas zonas del campo donde el equipo hace agua.
Para el final de estas consideraciones finales, deseo dejar constancia de mi seguridad sobre la clasificación de Uruguay. Logrará esos cinco puntos que lo depositarán en Rusia 2018, ajustando algunas piezas, procesando las variantes que Tabárez entienda del caso y, especialmente, hablando en cada ocasión con Luis Suárez, para que no pierda los estribos y sea pasible de ser sancionado con tarjetas amarillas o rojas. Con el Suárez Fútbol Club en la cancha, más la presencia también excluyente de Cavani estos cuatro partidos que faltan, sumados a los retoques que el director técnico récord del mundo entienda del caso, Uruguay estará en Rusia 2018.
