Peñarol volvió a la alegría en Colonia, en medio de una semana de turbulencia por la derrota en Copa Libertadores, y le ganó 3:1 a Plaza en el Prandi. El aurinegro de Mario Saralegui despejó las dudas en un primer tiempo con velocidad  y efectividad. Los  interrogantes por la presión del local en el comienzo y la pelota que el arquero Kevin Dawson salvó en la derecha de Federico Pérez, en el área, se despejaron con certezas en solo veinticinco minutos.

El carbonero replicó con velocidad y contundencia. Abrió la goleada con Facundo Torres recuperando en el mediocampo, conectó a David Terans, que asistió a Agustín Álvarez Martínez, y el goleador juvenil definió a la red en el 1:0.

La ventaja renovó el aire de Peñarol en todo sentido. Le dio confianza para descargar la ráfaga ofensiva. Facundo Torres, Facundo Pellistri, David Terans, protagonista, y Álvarez arriba, se asociaron para  la mejor versión aurinegra. La precisión de Terans y el rebote largo de Alvaro García derivaron en Álvarez, quien resolvió con un tiro que encontró la arremetida de Kagelmacher para el segundo gol. Después, la mano de Gravi en el área determinó el penal que Terans transformó en el tercer grito en un tiempo impensado.  

El dominio de Plaza no se sostuvo, porque no resolvió. Tampoco se sostuvo por todo lo que concedió en el costado defensivo. Los tres goles en contra fueron una carga que pareció imposible de sobrellevar. El repunte en el segundo tiempo, con el gol de Ramiro  Quintana –uno  de los cambios- insistiendo en los envíos aéreos, lo hizo pensar en resurgir. En el segundo capítulo dispuso de más oportunidades, aunque no concretó.

Saralegui pensó en el próximo partido de Copa y adelantó la rotación. Abascal, a la zaga en línea de tres, Matías De Los Santos y Sergio Núñez saltaron a la cancha. Juan Acosta ingresó por izquierda.

Álvaro Fernández se perdió el segundo de Plaza. Peñarol encendió la esperanza cuando atacó con una ráfaga de goles.