Nacional volvió al Estadio Centenario y en la semana posterior a la felicidad del clásico acumuló una nueva alegría en el Clausura, 3:1 a Plaza Colonia. El tricolor encendió su ataque a pleno para despegar en un partido donde alejó la incertidumbre con su poder de fuego. Luis Suárez asomó en su dimensión para sellar el destino del partido en la gran conexión con José Luis Rodríguez en la derecha y definir a la red. El 9 también en el rol de asistente asomó en la asistencia a Diego Zabala para celebrar el tercero. Entonces, los tres puntos en el bolso cotizaron para seguir en la pelea del Clausura y también para potenciar el despegue en la tabla Anual.

La precisión de Felipe Carballo, para manejar la pelota y la movilidad de Franco Fagúndez, con Camilo Cándido presionando por izquierda, también resaltaron en la serie de virtudes que llevaron a Nacional a la victoria. Lejos de cargarlo de impaciencia, el empate parcial  lo sobrellevó con la confianza de sus recursos. La desatención defensiva, luego de la ventaja inicial en la muy buena definición de Diego Rodríguez a la carrera, representó una contingencia que sobrellevó.

A Plaza Colonia le salió parte del libreto en buena parte de la primera mitad. Achicó espacios e hizo gala de la máxima eficacia. Sin embargo, luego fue superado y no encontró respuesta para frenar semejante presión.

El equipo de Pablo Repetto se pareció más a su estilo en el complemento. En ese tramo, retomó la fluidez en el juego y la versión de alta intensidad, insoportable para su oponente. El vuelo del arquero Nicolás Guirín para  tapar un formidable remate de Luis Suárez, antes del 2:1, reflejó la superioridad. Los goles fueron consecuencia del dominio. Nacional sigue arriba y despega, por todo.