Peñarol, gélido y vencido. Desastrosa presentación del equipo de Larriera. Realmente tocó fondo. MC Torque, en cambio, hizo leña del árbol caído. Y festejó en el CDS.

Gol celeste y silbidos en la primera mitad. MC Torque, sin ser nada del otro mundo, mostrándose aplicado, con la intención de juego de buen trato de balón y con un gol de Alfonso Darío Pereira en los descuentos -luego de sacar provecho de un rápido contragolpe-, se puso en ventaja y se marchó sonriente al entretiempo. ¿Peñarol? Nada por aquí, nada por allá. Inconexo, impreciso, liviano, en una palabra: deambulando por la cancha. Paupérrimo y reprobado por sus propios hinchas.

El dueño de casa, con cierto grado de actitud, insinuó en ataque con acciones individuales del juvenil Nicolás Rossi en los primeros minutos del complemento. Pero fue un simple espejismo, ya que en otro contragolpe mortal Franco Nicola, con un derechazo a media altura, convirtió el segundo gol de los celestes. Pareció ser un golpe de nocaut para los aurinegros. Que, al impulso de sus valores juveniles, no se entregó y fue al frente.

Y así los de Larriera llegaron a ponerse a tiro, con el penal que cambió por gol Juan Manuel Ramos. Sin embargo, a Peñarol no le alcanzó. ¿El motivo? Su pavorosa falta de fútbol.

El aurinegro cayó sin levante.