Peñarol abraza la historia
El aurinegro empató 0:0 ante Flamengo en el Campeón del Siglo y clasificó entre los cuatro mejores de América, tras hacer valer la ventaja por 1-0 que había conseguido en el Maracaná.
Después de 13 años, y otra vez bajo la conducción de Diego Aguirre como entrenador -el mismo que lo había llevado a la puerta de la gloria en 2011-, Peñarol eliminó al poderoso Flamengo en cuartos de final y clasificó a las semis de la Copa Libertadores de América.
Con el entrenador como gran responsable y principal impulsor anímico y futbolístico, Peñarol hizo oídos sordos a los millones de dólares en incorporaciones que desembolsó Flamengo para ganar la Copa, y salió con sus armas a demostrar, que una vez que empieza a rodar la pelota, el dinero y los cucos quedan de lado.
Con la ventaja del 1:0 logrado en el Maracaná, el aurinegro salió a enfrentar al gigante carioca con una clara intención y una idea fija: esperar en su campo, no dar pelota por perdida y aprovechar todo tipo de contragolpe que se le presentara, un planteo caro a la tradición uruguaya.
Flamengo, que llegó con la obligación ganar en Montevideo, inmediatamente tomó el protagonismo del juego en campo rival y comenzó a generar avances por su sector izquierdo, concretamente por el lado de Pedro Milans, de flojo primer tiempo, aunque no pudo finalizar exitosamente ninguna jugada.
Con el paso de los minutos, el equipo brasileño siguió dominando con su habitual juego de toques y combinaciones, en el cual tuvo apariciones esporádicas el uruguayo De la Cruz. Pero a la hora de concretar, no la tuvo tan fácil, ya que careció de profundidad. Es que a Flamengo le costó demasiado en el área, y extrañó no tener en cancha a un centrodelantero natural.
A Peñarol, por su parte, se lo vio en aquellos primeros minutos algo nervioso. Sin embargo, nunca descuidó el orden ni su disciplina táctica, y se concentró en cerrar los circuitos de su rival y, además, en no ceder espacios.
Así transcurrió el primer tiempo, muy intenso en las pelotas divididas; ninguno de los dos equipos dio pelota por perdida. Un partido, en ese sentido, típico de Copa Libertadores.
Sin emociones ni goles, ambos se fueron al vestuario con sensaciones muy diferentes. Peñarol, manteniendo la ventaja y cumpliendo con el pedido de Aguirre. El “Fla”, ofuscado y calculando un complemento que sería a contrarreloj.
En el inicio del segundo tienpo, Flamengo, casi al grito desesperado de “a todo o nada”, salió con otra actitud, decidido a convertir, y se llevó a su rival por encima. Así, comenzó a atacar y a desdoblarse por las bandas -una y otra vez- ante un equipo aurinegro que atinó a defender como pudo.
Peñarol sufrió demasiado a Flamengo en los primeros minutos del segundo tiempo, y la tensión en sus futbolistas se notó cada vez que el equipo brasileño pasó la mitad de la cancha.
Cada minuto que pasaba valía oro para Peñarol, que respiraba hondo.
Parecía, incluso, que la remontada del equipo brasileño llegaría, pero todo quedó en indicios bien gestados pero mal culminados. Y el buen momento del gigante carioca apenas duró unos minutos. Porque Peñarol, con el ingreso de Lucas Hernández y de Leonardo Sequeira, se renovó, retomó su disciplina táctica y se acomodó en el campo.
Con una auténtica muralla en defensa, con la línea de volantes compacta y sin dar espacios; con todas estas precauciones, el aurinegro volvió a plantarse firme en la cancha y retomó la confianza que ya había mostrado en esta Copa. Incluso, se soltó un poco más, comenzó a utilizar las bandas y, por esa vía, al menos llevó la pelota lejos de su arco.
Con el correr de los minutos, a Flamengo se lo vio cada vez más contrariado y colmado de impotencia, puesto que Peñarol no le dio respiro. La intensidad del aurinegro se hizo sentir en cada pelota dividida, y los futbolistas brasileños no tuvieron un plan B.
En el final, y ya sin el manual de la estrategia, los futbolistas brasileños atacaron a contrarreloj y casi que a los ‘ponchazos’. Pero se toparon con una defensa aurinegra que custodió su arco con uñas y dientes. Y con un arquero como Washington Aguerre que, otra vez, se vistió de héroe.
El mirasol dejó el alma en la cancha ante su público para mantener el 0-0. E hizo valer la ventaja en el Maracaná, la misma que finalmente le permitió eliminar al poderoso Flamengo para, de esa manera, meterse entre los cuatro mejores de la Copa Libertadores después de 13 años.
En una serie inolvidable, Peñarol creyó en sus posibilidades y resurgió en el continente.
Y hoy, jueves 26 de septiembre de 2024, es semifinalista de América.
COPA LIBERTADORES DE AMÉRICA
CUARTOS DE FINAL – PARTIDO DE VUELTA-
JUEVES 26 DE SEPTIEMBRE
PEÑAROL 0:0 FLAMENGO
Cancha: Estadio Campeón del Siglo.
Juez: Facundo Tello. Asistentes: Juan Belatti y Gabriel Chade.
Cuarto árbitro: Pablo Echavarría (Cuarteta de Argentina). VAR: Silvio Trucco (Argentina). AVAR 1: Héctor Paletta (Argentina). AVAR 2: Hernán Mastrángelo (Argentina).
PEÑAROL: Washington Aguerre, Pedro Milans, Javier Méndez, Guzmán Rodríguez, Maximiliano Olivera; Damián García, Eduardo Darias; Javier Cabrera (65′ Lucas Hernández), Jaime Báez (65′ Leonardo Sequeira) Leonardo Fernández y Maximiliano Silvera (76′ Facundo Batista). Director técnico: Diego Aguirre. Suplentes: Guillermo De Amores, Leonardo Coelho, Camilo Mayada, Sebastián Cristóforo, Rodrigo Pérez, Gastón Ramírez, , Adrián Fernández, Felipe Avenatti, Alan Medina.
FLAMENGO: Agustín Rossi, Guillermo Varela (58′ Wesley), Fabricio Bruno, Léo Pereira, Alex Sandro (73′ Ayrton Lucas); Léo Ortiz, Nicolás De La Cruz; Gerson, Giorgian De Arrascaeta, Gonzalo Plata (58′ Gabriel Barbosa) y Bruno Henrique. Director técnico: Tité. Suplentes: Matheus Cunha, David Luiz, Carlinhos, Carlos Alcaraz, Erick Pulgar, Evertton Araujo, Matheus Goncalves, Lorran, Allan Souza.
Tarjetas amarillas: 19′ Gonzalo Plata (F), 62′ Léo Ortiz (F)
Partido de ida: Flamengo 0:1 Peñarol (encuentro disputado el jueves 19 de septiembre en el Estadio Maracaná).