Tres puntos de alivio
Peñarol le ganó 1:0 a Danubio, en el Estadio Jardines del Hipódromo, por la tercera fecha del Torneo Clausura.
Peñarol, sumó tres puntos de alivio. Triunfo ajustado, sufrido y sumamente importante, ya que le permitió cambiar la pisada y encarar la semana clásica con tranquilidad. El gol de Matías Britos, le alcanzó para superar a un Danubio que se hunde más y más en la fatídica del descenso.
Friccionada y por demás entrecortada, la primera mitad. El aurinegro, con la posesión del balón, pero sin profundidad. Con Terans y Torres, muy distanciados entre sí, no logró hilvanar acciones de peligro, por falta de creación y por carecer absolutamente de peso en el área rival. El franjeado, no pasó mayores inconvenientes defensivos, mostrándose ordenado y apostando a la pelota quieta. Ganó por arriba con sendos cabezazos de Fritzler y Carrera, pero ambos se perdieron por encima del horizontal de Dawson. Debe subrayarse, fue mal anulado, por inexistente offside, el gol convertido por Giovanni González. Debió subir al tanteador. Grave error del asistente Agustín Berisso.
En el complemento, el equipo de Larriera volvió a manejar el balón y por insistencia se posicionó en campo contrario. Insistió en avanzar por izquierda y tras una notable habilitación de Facundo Torres, Joaquín Piquerez, desbordó y asistió a Matías Britos, quien con medido toque en la boca del arco, mandó la pelota al fondo del arco. El talento de Torres, asociado a la velocidad de Piquerez, marcaron la diferencia.
El gol de Matías Britos, le permitió a los aurinegros afirmarse en el campo y soportar los embates finales de un herido franjeado, que fue al frente, pero chocó contra su propia impotencia ofensiva.
También debe subrayarse, Daniel Fedorczuk, dejó sin pitar dos evidentes penales en el segundo tiempo. Clara mano de Santiago Carrera e infracción en perjuicio de Facundo Labandeira. Dos graves errores del árbitro.
Peñarol, festejó en Jardines y llega con renovado aire al clásico. Por el contrario, panorama oscuro en Danubio.