Peñarol, todo al “10”
Peñarol le ganó 1:0 a Rentistas, en el Complejo Rentistas, por la séptima fecha del Torneo Clausura.
Peñarol, apostó a pleno al “10”. Facundo Torres y un cabezazo salvador para sumar tres puntos y volver a la pelea por la punta del Clausura.
Domingo de alegría y de paz para el aurinegro. Rentistas, perdió el control y terminó con ocho jugadores en cancha.
Trámite parejo, en la primera parte. Ambos equipos se respetaron en demasía, con defensas que claramente superaron a los ataques. Es verdad, intentaron jugar en forma asociada, pero se quedaron en el intento. Facundo Torres, tomó los hilos ofensivos del aurinegro, que tanteó principalmente con disparos de media distancia, sacando provecho del campo de sintético. Le faltó pisar más el área rival. Lo consiguió solamente en una oportunidad, notable asistencia de Facundo Torres a Agustín Alvarez Martínez, que se resbaló y sacó un remate mordido que logró desviar Yonatan Irrazabal. Por su parte, una sola llegada de peligro del local, rápido contragolpe que no pudo culminar Renato César, quien perdió en el mano a mano con Kevin Dawson.
Complemento teñido de amarillo y negro. La expulsión de Malrrechaufe, en el minuto seis, condicionó y descontroló por completo al rojo. Lo que le permitió al equipo de Larriera, mostrar su mejor versión en el torneo. Asumió por completo el protagonismo, manejó el balón y comenzó a ofender por ambas bandas. Fue al frente, como corresponde a un equipo grande.
Y tras una excelente jugada colectiva que inició Facundo Torres, cediendo el balón a Cristian Rodríguez, quien habilitó a Agustín Alvarez Martínez, quien apareció por derecha y le sirvió un preciso centro a Facundo Torres, quien saludó la bandera con un cabezazo para explotar de júbilo en el grito de gol.
Merecido, el aurinegro era netamente superior. Esa conquista, terminó por descontrolar por completo al dueño de casa que sufrió dos expulsiones más (Parada y Abero) y realmente la sacó barata. Ya que le anularon un gol válido a Agustín Alvarez Martínez y Yonatan Irrazabal, salvó en extremis un mano a mano con “Cebolla”.
Peñarol recuperó la sonrisa.