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El factor X

Diego Aguirre, elegido por la directiva y adorado por sus hinchas, tomó determinaciones que se volvieron tan decisivas como si estuviesen predestinadas. La historia de Peñarol 2024, desde un comienzo.




Gastón Ramírez, brazos abiertos a la felicidad consumada la clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores. Símbolo del gran presente deportivo de Peñarol.


27 septiembre, 2024
Peñarol

El presente de Peñarol no es casualidad. Es que, detrás de este momento inolvidable para la institución, hubo un camino planificado y cumplido a rajatabla. Hubo un proyecto organizado y ejecutado a la perfección. Pero, sobre todo, hubo un trabajo minucioso que hoy se refleja en los resultados deportivos.

 

De la mano del gran causante, Diego Aguirre, Peñarol vive una historia llena de ilusión y expectativa, como si estuviese abrazado a la historia.

 

Pero ese factor X, además de su identificación, de su mística, de su adhesión y de su apego, tomó decisiones que se volvieron tan claves como si estuviesen predestinadas.

 

LA HISTORIA  

 

Tras un 2023 colmado de frustraciones, entre la decepcionante actuación en Copa Sudamericana, sumado la derrota ante Liverpool en la final por el Campeonato Uruguayo, Peñarol estaba sometido a dar una muestra de rebeldía en este 2024.

 

Pausa y reflexión fueron las prioridades en la directiva de Peñarol para determinar el camino a seguir: diálogos, reuniones, acuerdos, decisiones y medidas a tomar; éstos, fueron los pasos que decretó la dirigencia de Peñarol, que como primera resolución, decidió ratificar toda su confianza en Diego Aguirre.

 

De la mano del último entrenador que había hecho ilusionar a Peñarol cuando llegó a la puerta de la gloria en la Copa Libertadores 2011, comenzaron los trabajos; pero al mismo tiempo, la transformación y renovación de plantel con un solo objetivo: cambiar la pisada.

 

En medio de las horas más críticas, pero convencido de su metodología y con un propósito firme, Aguirre -otra vez- asumió el compromiso de ser el principal responsable de poder encontrar la forma que Peñarol necesitaba, para revertir la pobre imagen deportiva que mostró en el año anterior.

 

LAS CLAVES DE AGUIRRE

 

La reunión en su propia casa

 

Tras perder el clásico de verano, en medio de las múltiples críticas de los hinchas para el presidente de turno, en medio de las polémicas entre políticos, y en medio de las “chicanas” entre directivos, Aguirre puso paños fríos; planificó una reunión en su casa -con asado de por medio- con el claro objetivo de apaciguar el contexto y unir a dirigentes y peñarolenses.

 

¿Qué dijo el DT tras dicha reunión? “Imagino a un Peñarol ganando y dejando a la gente tranquila”.

 

Multas por indisciplina

 

Tanto se habló en Peñarol -en los últimos años- sobre la indisciplina y “poca profesionalidad” de algunos futbolistas (entre lesionados y otros en fuera de forma física), que Aguirre decidió ponerle fin al asunto imponiendo multas individuales por indisciplina profesional.

 

Los cambios empezaban desde casa; el técnico impuso respeto y marcó la cancha.

 

Análisis y planificación en el armado de plantel

 

A comienzos de 2023, Peñarol contrató varios futbolistas de trayectoria pero con enormes problemas físicos; tanto así, que la mayoría de éstos no pudieron demostrar sus condiciones dentro del campo de juego debido a las reiteradas lesiones que sufrieron a lo largo del año.

 

Para 2024, Aguirre planificó un análisis profundo en las futuras contrataciones, destacando en éstos, además de sus antecedentes futbolísticos, sus antepasados físicos, con información personal y profesional: edad, lesiones previas, cuánto jugó en el último tiempo, forma actual, conducta deportiva y extradeportiva, etc.

 

Salvo Gastón Ramírez (33 años), que llegó con un contrato especial según su rendimiento, las restantes 13 incorporaciones que hizo Peñarol a comienzos de 2024 promediaron los 25 años.

 

La mayoría de ellos mostró regularidad -sin sufrir lesiones importantes-, mostrando una clara evidencia de querer cambiar la pisada en el aspecto físico.

 

Este Peñarol de Aguirre, utilizó la misma estrategia de cara al Clausura, incorporando ocho futbolistas con un promedio de edad de 26 años.

 

Dieta personal para Lucas Hernández

 

Previo al torneo, Aguirre decidió planificar a Lucas Hernández una dieta personal, que incluyó ejercicios específicos puntuales, con el objetivo de que recupere su mejor estado físico. Lo consiguió.

 

No sólo que lo recuperó y elevó su nivel, sino que lo planificó a su manera. De a poco, le fue encontrando su lugar más productivo en el equipo.

 

Lo mismo había hecho el entrenador con Darío Rodríguez en la temporada 2009/2010.

 

El pedido especial por Maxi Silvera

 

“Que Diego Aguirre me haya pedido es especial y muy lindo. Ya me había pedido en Santos. Para mí, todo eso es una motivación extra, para entrar a cada partido y demostrar que él no se equivocó con la elección de traerme a Peñarol”, contó el propio Silvera al aterrizar en Montevideo.

 

“Por eso, siento que tengo que dejar todo por él también. Porque me pidió, me respaldó en el momento que estaba todo trancado con Santos. Me dijo que me quedara tranquilo y que todo iba a salir bien. Fue clave”, agregó el futbolista sobre el DT.

 

Silvera, tenía una cláusula en Santos tras finalizar su contrato el 31 de diciembre. Sin embargo, el club brasileño tenía la opción de igualar la oferta hasta el 31 de enero. ¿Qué pasó entonces?

 

“También tenía ofertas de otros clubes pero la llamada de Aguirre para venir a Peñarol fue clave. Me convenció y no dudé. Enseguida le dije a mi representante que no hable con otro club. Todo se pudo solucionar a tiempo y justo unos días antes del primer clásico. Gracias a que el propio Diego movió cielo y tierra para destrabar si situación”, contó Silvera.

 

Confianza a sus dirigidos

 

Esto dijo Aguirre en enero sobre la llegada de Gastón Ramírez a Peñarol: “Es el jugador con más jerarquía del plantel en cuanto a la carrera que ha tenido. No es para cualquiera jugar tantos años en Italia e Inglaterra. Eso es para jugadores diferentes. Tal vez, esa jerarquía sea lo más importante para un jugador como él”.

 

“Tengo claro que actualmente no es del gusto de todos (haciendo referencia al vicepresidente, Eduardo Zaidensztat, quien admitió que no lo quería); es más, tuve que convencer a muchos para que venga. Pero yo le tengo una confianza impresionante, por eso me la juego por él. El gran desafío que tenemos es encontrar su mejor rendimiento y estoy seguro que lo va a lograr”, auguró Aguirre sobre Ramírez.

 

El entrenador también se refirió a Leonardo Sequeira a principios de febrero, cuando muchos tenían más incertidumbre que certezas: “Lo pedí porque es un jugadorazo. Puede jugar por fuera y por dentro. Acá no se lo conoce, pero es muy bueno”.

 

En febrero, impactó a muchos con una frase que dejó polémicas: “Nunca trabajé con un jugador que le pegue tan bien a la pelota como Leo Fernández”.

 

Su frase, sin dudas, le transmitió una confianza extra al futbolista, quien luego lo reflejó en el semestre que tuvo. Fue el jugador más determinante del equipo.

 

En marzo, cuando se le consultó por el bajo rendimiento de Maximiliano Olivera, Aguirre puso paños fríos: “Tranquilos, se va a recuperar y va a volver a su nivel. Tiene una jerarquía enorme. Hay que darle confianza”.

 

Sobre la posición de Javier Méndez (mediocampista natural) y su decisión de adaptarlo como zaguero: “Puede jugar ahí porque tiene las condiciones necesarias. Le veo temperamento y carácter para el puesto. Pienso que no me va a defraudar”.

 

Cuando fue consultado por el error de Damián García ante Atlético Mineiro en Brasil (el jugador quiso salir jugando desde el fondo y le costó un gol en contra): “Son cosas del juego, no pasa nada. Los que jugamos al fútbol sabemos que es normal que haya algún error, es parte del juego. Pero no me preocupa en absoluto. Me gustaría hablar de todo lo bueno que hace Damián”.

 

Clave en la llegada de Damián Suárez y Jaime Báez

 

Tanto Damián Suárez como Jaime Báez llegaron a Peñarol para la segunda parte del año, después de desempeñarse durante muchos años en Europa. Ambos, destacaron a Diego Aguirre como parte esencial en su decisión personal de volver a Uruguay.

 

“Tengo que agradecerle a Diego (Aguirre) porque estuvo permanentemente en contacto conmigo, tratando de ver lo mejor. Su llamado fue el punto a favor que me hizo tomar la decisión”, dijo el “Zorro” Suárez (flamante incorporación de cara al Clausura) cuando aterrizó en Montevideo.

 

Por su parte, Báez, también elogió al entrenador en su llegada: “La llamada de Aguirre fue clave para venir. Esta posibilidad suponía un cambio muy grande en mi vida y en mi carrera”.

 

“Recibir tantos elogios del entrenador, escuchar esas palabras que después me las dice a mí en persona, da mucha confianza. La verdad, que tener su interés es una de las cosas más importantes para quien es hincha de Peñarol”, concluyó el delantero.

 

Desde lo deportivo

 

– Su confianza en el arco para Washington Aguerre, quien le respondió con la misma seguridad que le brindó el entrenador. Se transformó en estandarte absoluto y determinante.

 

– Su insistencia en una misma línea de cuatro en defensa (Pedro Milans, Javier Méndez, Guzmán Rodríguez y Maximiliano Olivera), que se mostró sólida y generó una confianza extra al equipo en líneas generales.

 

– Su convicción de jugársela con Javier Méndez en la zaga, quien respondió y se adueñó del puesto sabiendo que su posición original es la de volante central.

 

– La confianza para Guzmán Rodríguez, quien siempre se sintió respaldado por el entrenador y se transformó en dueño absoluto de la zaga central. Actualmente, es uno de los mejores del fútbol uruguayo.

 

– Elevó el nivel de Pedro Milans, Lucas Hernández, Leonardo Cohelo y Maxi Olivera, quienes venían de mostrar un bajo rendimiento el año anterior.

 

– La seguridad que le brindó a Eduardo Darias, cuando muchos dudaron. Hoy, es uno de los mejores jugadores de Peñarol. Aguirre lo construyó para el equipo y lo adiestró para su esquema.

 

– Mención especial para su trato con Gastón Ramírez, haciéndolo sentir pieza importante en el equipo. La capitanía, es parte de ello.

 

– La decisión de colocar a Jaime Báez como titular en una instancia decisiva de Copa Libertadores, teniendo en cuenta que el jugador venía de una larga inactividad. Aguirre nunca dudó y el futbolista no le defraudó.