Peñarol festejó treinta años de la obtención del Sudamericano
Con motivo de cumplirse 30 años del Campeonato Sudamericano ganado por el club, se llevó a cabo una fiesta homenaje en el Palacio Peñarol. En el último de los partidos, un combinado formado por jugadores actuales, hinchas del aurinegro, enfrentó a Peñarol de Mar del Plata, cayendo por 96:65.
Más de 3.000 personas se hicieron presentes el sábado por la noche en el Palacio Cr. Gastón Güelfi en lo que significó el homenaje del club a sus campeones sudamericanos de 1983. La jornada comenzó con una exhibición entre Peñarol Maxi Básquet y un combinado de históricos. Luego vino el momento cumbre de la noche, donde aparecieron en escena los jugadores del plantel campeón sudamericano, dirigido por Víctor Hugo Berardi como aquella vez. Juan Andrés Blanc, Heber Nuñez, Daniel Wenzel, Alejandro Trías, Juan Malet, Álvaro Tito, entre otros, fueron ovacionados por toda la concurrencia. Este equipo jugó ante los campeones de América de fútbol, mezclando protagonistas de la Libertadores de 1982 y la de 1987.
A última hora llegó el promocionado partido entre Peñarol vs Peñarol. Un elenco de jugadores de primer nivel del básquetbol nacional, todos hinchas del club, frente al poderoso equipo argentino de Peñarol de Mar del Plata. La victoria fue de los visitantes por 96:65, pero eso resulta solo una anécdota para lo que fue una noche que sin duda, marcó el deseo de buena parte de la parcialidad mirasol, de volver a ver la camiseta de sus amores en la disciplina. Fernando Martínez, Martín Trasante, Germán Cortizas, Luis Silveira, Gustavo Barrera, Nicolás Borselino, Mathías Calfani y varios más, se pusieron la del carbonero en la exhibición, bajo la dirección técnica de otro hombre identificado con los colores amarillo y negro, Pablo López.
Imposible dejar de mencionar la aparición en las tribunas de la gallina inflable y la foto que los jugadores se sacaron con ella detrás. ¿Incitación a la violencia? Llegar a tal afirmación solamente por una foto desafiante, parece exagerado. Pero sí un gesto absolutamente vulgar e innecesario.