Peñarol, corazón y triunfo
Matias Arezo y Carlos Sánchez, de penal, hicieron sonreír a Peñarol, 2:0 a Cerro por la primera fecha del Torneo Apertura.
Peñarol ganó y dio el primer paso en su debut del Apertura, 2:0 a Cerro en el Estadio Campeón del Siglo. El aurinegro no brilló – en días de reconstrucción- pero mostró parte de las virtudes de su nuevo equipo. Cuando pasó calor en su juego, Matías Arezo lo hizo despegar. El ex River Plate volvió al fútbol uruguayo y dejó su huella en la primera alegría: recibió el pase de Kevin Méndez y definió con la categoría del delantero que tiene el arco en el radar. El Nº19 le dio un pase a la red para su estreno frente a los hinchas. Y no se limitó a la diferencia. Después, en las contadas situaciones que lo asistieron, desplegó sus recursos técnicos como en una chilena y en una tijera que intentó para resolver.
Los aurinegros fueron eficaces y en el segundo tiempo hicieron pesar la velocidad de Ignacio Laquintana. El atacante no había logrado espacios en la primera parte y luego despegó como en el pelotazo de Leonardo Coelho desde la defensa y la carrera que frenó Cabral en el penal que ejecutó Carlos Sánchez a la segunda conquista.
La ventaja de dos goles afianzó la victoria. y el mediocampo no logró espacios. Entonces disimuló los momentos de juego confuso. Todo se limitó a la intención de Carlos Sánchez y arriba, Kevin Méndez fue el mejor socio de Arezo. El ex River Plate peleó para conectarse a la recuperación de la pelota y lideró los pases gol a sus compañeros, reflejando su condición de definidor y jugador distinto.
Cerro salió con todo y rondó dos veces el arco de Thiago Cardozo a través del argentino Ojeda y de Tizón. Sin embargo, en un desarrollo equilibrado, no consiguió organizar la ofensiva. Los cambios de Danielo Núñez con Tabaré Viudez junto a Matías cabrera no le permitieron mayor generación.
El carbonero manejó la ventaja y entonces la victoria se hizo inevitable. Nicolás Rossi y Laquintana rondaron el tercero. El destino del partido resultó inevitable. Triunfo, tres puntos y a soñar.