Operativo militar de 150 efectivos hizo realidad el pedido de Tabárez no hubo “espías”
Estos son algunos de las decenas de efectivos de las Fuerzas Armadas que participaron del operativo para hacer realidad que la práctica de Uruguay no fuera "espiada" por ningún periodista del mundo.
Estos son algunos de las decenas de efectivos de las Fuerzas Armadas que participaron del operativo para hacer realidad que la práctica de Uruguay no fuera “espiada” por ningún periodista del mundo.
Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González (enviados especiales)
Una verdadera “Operación Comando” se desplegó en la mañana de hoy, miércoles 11, con participación de 150 efectivos integrados por Fuerzas Armadas y Policías, para garantizar que ningún periodista de Uruguay y el mundo, pudiera “espiar” la práctica a “puertas cerradas” que realizó la selección en el estadio Arena de Jacaré. Un operativo militar dio satisfacción de este modo al técnico Oscar Tabárez y sus deseos de que nadie presenciara el entrenamiento donde iba a parar al equipo presuntamente titular para el debut ante Costa Rica. Cabe señalar, también, que esas medidas fueron expresamente solicitadas por el grupo que encabezó el Gerente Deportivo, Dr. Eduardo Belza, cuando vino junto con el Prof. Herrera y otros componentes del cuerpo técnico a cerrar el contrato de arrendamiento para radicarse en “Sete Lagoas” y utilizar el estadio Arena de Jacaré. De esa visita surgió la construcción de un enorme muro de chapa que exhibimos en el sitio junto con el material de ayer. He aquí la cronología de lo ocurrido esta mañana.
CASI EN LA MADRUGADA ANUNCIARON QUE HOY ENTRENABAN A “PUERTA CERRADA”
-¿Cuál es la actividad para mañana?, le preguntamos ayer, martes, al Jefe de Prensa de la Selección de Uruguay, Matías Faral. Su respuesta nos sorprendió.
-“No lo sé. Esta noche después de hablar con el técnico lo comunicaré por e-mail a todos los periodistas”, dijo.
-Pero Matías, no parece lógico que Vd. No sepa cuál es la actividad de mañana. La prensa necesita planificar su trabajo en función de esa noticia.
-“¿Y qué quiere que le haga, Garrido? ¿Quiere que le mienta?”
-No. Está bien. Acepto. Esperamos el e-mail, le respondimos para culminar el breve diálogo que se llevó a cabo al terminar la conferencia de prensa que se desarrolló en un salón del JN Resort.
Las horas pasaron. Recién a las 23.33 llegó el e-mail de Faral con esta información: “La selección uruguaya resolvió que mañana sea el día en que se entrenará a puertas cerradas previo al partido con Costa Rica. Uruguay trabajará en doble horario a puertas cerradas en el Arena do Jacaré”. Agregó que “A las 12:30 h, en el hotel JN Resort, dos futbolistas hablarán en conferencia de prensa”.
LA NOTA TIENE QUE SALIR Y ALLÁ FUIMOS EN SU BÚSQUEDA
Esta mañana, miércoles 11, bien temprano –a las 8.30 horas- llegamos con Fernando González al estadio Arena do Jacaré. Lo único que observamos en el sector de ingreso al amplia zona de estacionamientos del escenario, fueron tres coches de policía con sus efectivos impidiendo el acceso al enorme sector de parking. Como en otras tantas ocasiones, durante las eliminatorias para Sudáfrica 2010, en el mismo mundial en la ciudad de Kimberley, en las eliminatorias para Brasil 2014, y ahora en el certamen que nos convoca, entendimos una obligación estar allí a pesar del aviso de que indicaba que la práctica se desarrollaba “a puertas cerradas”. Hasta hoy, siempre, encontramos una rendija por donde mirar la “práctica secreta”. Un muro o un árbol para escalar que nos permitieran –como ocurrió en Kimberley- burlar el férreo intento del técnico Tabárez y el Inspector Zuloaga para que no se descubriera la prueba final donde el entrenador confirma el equipo. Pensamos que en esta ocasión ocurriría lo mismo…
No intentamos ingresar al parking cerrado por los dos autos de policía. Continuamos el camino y una vez que pasamos el estadio Arena de Jacaré, en la terca boca calle doblamos a la izquierda, de modo de poder circunvalarlo por detrás, en la zona alta donde el desarrollo inmobiliario en la ladera de la montaña, nos mostró un emergente barrio, bastante coqueto. El sol comenzaba a calentar a estas horas tempranas de la mañana. Llegamos al otro amplio estacionamiento –el de nuestra Tribuna Olímpica- donde no encontramos ninguna oposición para ingresar al mismo y llegar hasta las puertas de acceso al estadio. Varias rendijas nos daban la posibilidad de mirar hacia adentro. Pero… la construcción del estadio, con su cancha cavada en el valle y las tribunas asentadas en la ladera, no nos permitía observar el campo de juego donde Tabárez “pararía” al equipo titular para el debut del sábado ante Costa Rica.
¡ENCONTRAMOS EL LUGAR DESDE DONDE OBSERVAR LA PRÁCTICA!
Este era el lugar que encontramos para ver el entrenamiento. Conseguimos una especie de escalera desde donde veríamos toda la cancha. Aquí ya está el policía destacado para impedir nuestro acceso.
Dejamos el auto y comenzamos a caminar hacia nuestra derecha, mirando el estadio de frente. A la izquierda quedaba la doble vía de ruta a cuyo costado, sobre una elevación rocosa, quedaba la Tribuna Ámsterdam. Girando en torno al escenario en círculo, por la calle y pegados al enorme muro infranqueable, llegamos a un lugar que se nos apareció estratégico. El ángulo de las tribunas Amsterdam y América, se prolongaba en un muro de dos metros que moría, justamente, donde comenzaba una enorme barranca de más de 30 metros de alto. Franquearle por el costado era imposible por la amenaza latente de caer al despeñadero. La única solución posible era trepar el muro desde donde –seguramente- se tendría una óptima visión de la cancha.
-“Necesitamos una escalera, porque haciéndome pie no llego arriba”, me dijo el “Gallego” González. Y agregó: “vamos a comprarla a la ferretería”.
-“Esperá, algo se nos va a ocurrir”, le respondí e inmediatamente cruce la pequeña calle donde existía una especie de sendero de tierra en busca de algo que pudiera servir para trepar sin problemas. Encontré un tronco largo y grueso, con sus ramas cortadas, que permitían el apoyo de los pies para trepar. Lo cargue, lo colocamos en forma oblicua al muro y comprobamos que la solución era posible. Pero, el “Gallego” insistía en con la adquisición de la escalera. En eso estábamos, cuando miro el campo que moría en el peñasco, que se encontraba con su hierba quemada porque le habían prendido fuego, y observo una estructura de madera en el suelo, a medio quemar, tapada por enredaderas silvestres y juncos. Comienzo a tironear de ella en busca de liberarla. Me tizno las manos con el carbón de varios trozos de madera y finalmente logro sacarla de la maleza. ¡Era una escalera perfecta! La pusimos contra el muro, me subí con precaución para no romper los peldaños a medio quemar y… ¡albricias! La visión de la cancha era perfecta. Total. Nos felicitamos del hallazgo, nos convencimos que desde allí, sin problemas, lograríamos una vez más sortear –como en otras tantas ocasiones- el dispositivo de seguridad armado por indicación de Tabárez. El lugar solitario estaba despejado, sin nadie alrededor. Los únicos policías que en ese momento observamos, se encontraban apostados muy lejos, allá abajo del barranco deteniendo a quién quería ingresar a la amplia zona del estacionamiento que se extendía en la Tribuna y Platea América, tomando como referencia nuestro Estadio Centenario.
CUANDO RETORNAMOS CON ENCONTRAMOS CON UNA NOVEDAD
El ómnibus de Uruguay fuertemente custodiado, hoy camino al estadio Arena de Jacaré.
Como faltaba mucho tiempo para la hora de comienzo del entrenamiento a “puertas cerradas”, a los efectos de documentar la llegada de la selección a la Arena do Jacaré, escondimos la escalera entre los pastos y nos dirigimos hacia la ruta para captar las imágenes para tenfield.com y “Cámara Celeste” de Sergio Gorzy, de la llegada del ómnibus de la delegación y la caravana policial, al estadio. La actitud era, también, una manera de no llamar la atención a posibles curiosos si nos quedábamos en ese lugar aguardando la llegada de la selección. Nos adelantamos unos cuántos quilómetros en la ruta para hacerle el aguante. Entramos en una especie de mina a cielo abierto donde las máquinas extraían una especie de balasto negro de las entrañas de la tierra y… aguardamos el pasaje de la caravana.
A las 10.15 horas pasó raudamente el ómnibus celeste que transporta a los uruguayos, ubicado en medio de varias motos de policía que con sus sirenas abiertas “llevaban” a la selección rumbo al escenario para realizar la práctica a puertas cerradas. Registramos las fotografías y las grabaciones para “Cámara Celeste” y desandamos el camino para ir en busca del lugar estratégico y óptimo que habíamos descubierto. Emprendimos el retorno sin llevar nuestras acreditaciones colgadas, pasamos de largo por el ingreso oficial hacia el amplio estacionamiento y sector principal por donde ingresaba el ómnibus, y continuamos hacia el puesto de observación descubierto en nuestra búsqueda.
Nos llamó algo la atención que una camioneta de policía, con dos efectivos, impedían la entrada al estacionamiento algo más pequeño de la otra tribuna, la que llamamos Olímpica, que en nuestra recorrida anterior encontramos desierta. De todos modos, el lugar descubierto por nosotros, quedaba lejos de allí, en una zona de difícil acceso. Sin siquiera intentar pasar por allí, bordeamos desde lejos todo el estadio Arenas de Jacaré y fuimos por las callecitas pequeñas hasta el extremo posterior donde dejamos “todo arreglado”.
Otro de los vallados que detuvieron a los periodistas en todos aquellos lugares donde se podía acceder a zonas de observación.
Nos llamó la atención, que en una calle que en forma perpendicular culminaba frente a “nuestro” muro, habían colocado un policía con dos carteles que impedían el paso. Buscamos otra callecita pequeña interior y… llegamos directo a nuestro puesto de observación. ¡Grande fue la sorpresa cuando nos encontramos allí con un efectivo policial que llegó en bicicleta, colocándola como barrera para impedir el paso del auto. Bajamos, conversamos con él, intentamos de todos modos que nos dejara pasar, pero no hubo caso. Nos miramos con el “Gallego” y quedamos muertos. Pero, recordamos el lema de los Tres Mosqueteros –“nunca vencido, ni aún vencido”-, y salimos entonces en la búsqueda de una altura para tratar de espiar la práctica. En ese vano intento nos encontramos con los colegas de “El País”. José Mastandrea y Rosita –el hijo del querido “Pablo Picapiedra”, que así llamábamos a su padre cuando le ofrecimos que se incorporara a nuestro equipo de “El Diario”-, que tampoco lograron superar el control policial.
OTROS INTENTOS FALLIDOS: TABAREZ NOS GANÓ
Salimos hacia la ruta BR 040, la cruzamos y nos metimos en la montaña de enfrente a donde está construido el estadio Arena de Jacaré. Vimos dos semirremolques enormes, cargados. Los detuvimos. Nos subimos a lo más alto de la carga y… no divisábamos la cancha. Seguimos y no sé de qué manera nos metimos en un condominio, por la parte de atrás. Su frente daba sobre la ruta BR 040 con magnífica visión del estadio Arenas do Jacaré. Llegamos hasta ese lugar donde una sola casa de lujo se nos oponía a la visión. Tocamos timbre, hablamos en portugués a las dos señoritas que nos salieron a recibir, el explicamos el motivo de nuestra visita, exhibimos las máquinas de fotografías y la respuesta no dejó fríos:
-“Desde aquí se veía perfectamente bien la cancha. Pero hace 15 días construyeron una estructura que nos tapa toda la visión. Vengan que les muestro…”
Y fuimos hasta el balcón de esa lujosa casa, que da sobre la BR 040 como palco privilegiado de la cancha Arena do Jacaré. Y realmente ocurría lo que las señoras nos expresaron. Los chapones colocados a pedido de la delegación de Uruguay, que mostramos ayer en las imágenes, tapaban totalmente la visión.
Seguimos adelante, porque observamos que en el condominio de al lado, existía una alta casa desde donde era posible observar la cancha y la práctica. Salimos del condominio y llegamos a la “Fazenda Bananal”, una enorme extensión de campo, separada de la calle por alambre de púa. Entramos, caminamos en medio del pastizal pero… no hubo caso. Allí no estaba la casa que buscábamos. Desandamos el camino, pasamos nuevamente frente al ingreso principal del estacionamiento del estadio fuertemente custodiado y nos metimos en un Motel que estaba frente mismo a la playa de estacionamiento. Pero… allí no estaba esa casa alta que, pensábamos, podía ser el último lugar desde donde tentar la observación. El portero del motel nos dijo que esa casa pertenecía al otro condominio, al de al lado, llamado Da Vinci. Fuimos hacia él, pero… el portero se puso duro y no nos dejó pasar.
URUGUAY CUSTODIADO POR UN EJERCITO DE SOLDADOS Y POLICÍAS
Policías y más policías esta mañana formaron parte del operativo militar para impedir acceso de periodistas a la práctica cerrada de hoy.
Ahora sí, definitivamente bajamos los brazos. Retornamos a la BR 040, nos adelantamos para dejar pasar al ómnibus celeste que llevaba a la selección de retorno al JN Resort. Era impresionante la cantidad de todo tipo de agentes de seguridad que salieron del estadio Arena do Jacaré, así como también, los soldados de las Fuerzas Armadas, que tantos metros estaban apostados en toda la ruta custodiando a Uruguay.
El técnico Oscar Tabárez en esta ocasión nos ganó por goleada. Se cumplió aquí, merced a un operativo militar impresionante, que contó con 150 efectivos según nos informó uno de ellos que estaba a cargo del mismo, la estricta orden impartida de cortar todas las posibilidades para que la prensa pudiera “espiar” y descubrir el equipo que paró en la cancha.
Sin embargo, de acuerdo a como está informado en la portada del sitio, Christian Stuani fue colocado esta mañana, en la “práctica a puertas cerradas” por el técnico Tabárez como titular en lugar de Gastón Ramírez por la derecha.
