NO OLVIDEMOS
Cuando uno mira lo que pasa en el mundo, las tragedias, los atentados, los peligros constantes a los que se ve amenazada la sociedad toda, el hambre, la enfermedad, las muertes y demás desgracias, éste tema del deporte, de las idas y venidas, de los enfrentamientos entre dirigentes, protagonistas y empresarios, todo esto queda atrás, minimizado ante el dramático momento mundial.
Meses estuvimos hablando sobre la injusta intervención de la FIFA y la Conmebol en la AUF, aunque después fueran todas sonrisas y abrazos.
Injusto.
Por lo que significa este deporte en el mundo, que atrae millones y hace ganar millones a los que, realmente, lo merecen, los que dan espectáculo como los genios jugadores y los grandes orientadores.
Pero, en Uruguay, todo se discute. En el mundo todo es así.
Si tenemos lo bueno, buscamos la vuelta para decir que está mal algo …
Si aparece lo malo, ni hablemos, nos golpean la puerta del rancho como si fuésemos enemigos en lugar de trabajadores por un lado, periodistas, acaso y actores, por otro, entrenadores, técnicos y dirigentes.
Todo mal. No es así.
Claro que esto lo pensamos cuando están llegando las fiestas o la familia se reúne para celebrar estar felices y con salud, que eso es lo único que importa.
Pero como en los negocios, no existen amigos, sólo hay clientes, nos quedamos desnorteados.
Sin ese rumbo que nos junte a todos para un fútbol uruguayo mejor, con proyección, con futuro cierto de juveniles que son una promesa extraordinaria.
Sin embargo, la presión política de los que mandan, hace que el barco zozobre, que la vinculación entre los actores principales, los jugadores y los dirigentes, más el pueblo deportivo se distancie en lugar de unirse por una misma causa.
Sí, es una utopía, lo que estoy marcando.
Algo ideal, que no existe, lamentablemente.
Pero, por lo menos, mire lo que sugerimos. Ya que se dio todo éste lamentable episodio, que para algunos fue sonrisas para las fotos, para otros, los pensantes, no pasó nada más que una falta de respeto a una sociedad deportiva.
Tómelo como quiera.
Cada cual defiende sus intereses y derechos. Y nos parece muy bien. No estamos en contra de ello.
Estamos en contra del atropello, de la vanidad y necedad que son compañeras inseparables.
No nos convencen las amenazas, pero, lamentablemente, así proceden cuando los intereses son mayores.
Parece que moleste y les hiere que gente común, de trabajo, periodistas y empresarios, estén en la vereda de enfrente del poder, de ése, que todo lo puede, a saber la FIFA, en pleno esplendor y su aliado la Conmebol.
Ya se olvidaron de ese desgraciado pasado reciente de corrupción, de odios, de trampas, que se descubrieron y terminaron con los millones de dólares robados.
Así procedieron y hubo gente que les creyó.
Ahora, como todo, los tiempos cambian y los hombres también.
Ya vimos como proceden las actuales autoridades de la FIFA y Conmebol.
Nos alcanzó con el escándalo de llevar la final de la Libertadores de América a España …
Algo incongruente, hasta por la historia mismo y no por el fútbol …
Y pasó. Simplemente pasó. Lamentablemente pasó.
La culpa, se inició y es cierto, antes de entrar a la cancha con pedradas y roturas de vidrios del ómnibus de Boca Juniors, pero es de la sociedad en su conjunto.
La conciencia es cobarde …
Pero hay cosas muchas más graves a nivel de dirigentes, las hubo y habrá que esperar si las hay …
Ya sabemos que el deber es lo que se les exige a los demás, pero con nosotros, ya pasando a nuestra AUF, fue agresivo, sin derecho a reclamo.
Y más aún, cuando solapadamente, como si no nos diéramos cuenta, atacan a una empresa determinada, la nuestra, por ejemplo, como la generadora de todos los males del fútbol nacional.
Agreden y pretenden lastimar.
Les adelantamos que quedarán en eso, nomás …
Porque deberían saber que la desesperación frustrada, convierte al hombre infeliz en uno débil.
Ya fue.
A cada cual lo suyo. Los espíritus mediocres, condenan todo aquello que supera su pequeña estatura (cito a La Rochefoucauld) uno de los escritores más importantes y valientes del Barroco francés.
Sería interesante disfrutar del espectáculo deportivo y no convertirlo en una marea de intereses creados por dirigentes, por el afán propio del dinero y buscar, con inteligencia, superar las crisis de violencia a las que estas autoridades no les encuentran solución, ni tampoco nosotros, claro está.
Ojalá no nos sorprendan estas autoridades del fútbol mundial, como los anteriores dirigentes …
Y que la vergüenza ajena no nos complique, aún más, el fútbol nuestro de cada día, porque la traición nunca tiene éxito.
Y cuando lo tiene se llama de otra forma.
Que no se nos vaya a olvidar que es formidable el fútbol.
Y el deporte todo.