No la sacó barata, la sigue pagando cara
Los titulares de los diarios, comentarios de radio o programas de Tv argumentan que Peñarol “la sacó” barata, luego del fallo por el partido ante Rampla Juniors que quedara trunco y donde “los picapiedras” quedaron ganadores aun restando un tiempo de juego donde iban ganando 1-0.
La institución carbonera viene teniendo acontecimientos que resumen y dejan en claro que no es poco el precio que paga.
Ha jugado sin público, cuando los seguidores tanto de Peñarol o Nacional “pesan” a favor de su club en un partido de futbol.
Lo multaron y debe pagar cuando la economía de los clubs mira peso a peso.
Tiene problemas internos políticos de funcionamiento.
El Ministerio del Interior permanentemente lo acorrala y es su principal fiscal.
Los jugadores no tienen continuidad, dado que todo lo que rodea al club trasmite nerviosismo, y eso se traslada a la cancha, no dando tranquilidad a los que juegan.
El entrenador o los entrenadores que han pasado no solo deben mirar a su plantel sino que la “visión periférica” le dice que muchas cosas influyen en el armado del equipo.
Perdió la posibilidad de 3 puntos mas, y aunque estaba lejos siempre los puntos a favor son buenos aliados.
En los Tribunales de la A.U.F esto no es nuevo ya que el entrañable entrenador Luis Garisto lo padeció de manera trágica en su paso por el aurinegro y el club también. En el campeonato de Clausura 2006, un Peñarol convulsionado hizo en todo el campeonato 7 puntos; ya que le restaron 12 por el asesinato del hincha de Cerro Héctor da Cunha, terminando en la última posición.
Hasta esa fecha y desde el Apertura 1994 Peñarol perdió 33 puntos por quita ante fallos por actos de violencia en los sucesivos torneos. Ahora deja 3 más por el camino.
En este siglo XXI Peñarol fue campeón uruguayo en 4 oportunidades de 17 campeonatos, en un promedio que no concuerda con la historia aurinegra.
¿Cómo se puede decir que “la saco barata”?; cuando la paga demasiado cara desde hace años, y no encuentra el antídoto, aun sabiendo donde tiene el dolor.
Mientras dirigí en centro América durante una década y media, en países difíciles en cuanto a violencia instalada, me preguntaba como habiendo tanta gente, la grandísima mayoría, que no hace problemas; “pierde” con una infinita minoría, y las conclusiones eran que eso estaba lejos de mi país.
La actualidad marca otra cosa.
Los objetivos de nuestros grandes y así lo marca la historia son más ambiciosos que sacarla barata.
No crean en lo barato, el futbol uruguayo lo puede pagar caro.