No habrá más placita…
Es cierto. La calidad está aquí. Lo dicen los resultados de los mundiales. No es noticia decir que Europa se llevó 11 y América 9. Los demás no existen o están pero no figuran ni a placé.
Esta es la única verdad.
Entonces viene este asunto del voto, que no es el “que el alma pronuncia”. De ninguna manera.
Es el voto cantado, ése que hay que negociar porque nos vamos a quedar, los sudamericanos, sin un escaloncito para subir al mundial de Rusia 2018.
Y ese escollo es provocado por quienes representan a millones y millones y no a cientos de millones como somos “los de este pago chico” …
Cuatro lugares y un empujón …
Pensamos que estamos jugados y la conocida ayuda al Continente “es cosa juzgada”.
Deseamos de corazón equivocarnos.
ESTE ALI NO TIENE GOLPE DE KO
Pero vemos que los votos “cantados” y el rival de Blatter, el Príncipe Ali Bin Al Hussein, aunque derribó, hace años, a un peso pesado en la Confederación Asiática, Chung Mong Joon, el capo de Hyundai, este jordano no tiene el “discreto encanto de la burguesía”, a lo Buñuel, (gran película) y sí lo tiene el suizo en abundancia.
Nos parece que no hay carrera. No es Muhammad, a quien, indudablemente, le pidieron que firmara su apoyo, ya que su estado físico y mental, está quebrado.
Gana Blatter y ¡Agarrate Catalina!, cito a la exitosa murga de los Cardozo y Tanco.
Quiero errarle de palo a palo, pero no lo veo y es mi presentimiento.
Tampoco es tan difícil el pronóstico. Blatter “devuelve la plata”, como en Maroñas, salvo que éste singular personaje no retorna un peso, si no hay favores …
Y nada tiene que ver el episodio de Boca y River. No se llame a engaño.
Esto viene jugándose hace mucho tiempo y no en la cancha.
PLANTA BAJA, POR FAVOR …
Platini no quiso nada, Michael Van Praag, de Holanda desistió, Luis Figo se fue porque no vio “transparencia electoral”, esto es, oprimieron el botón PB del ascensor.
Así las cosas, “qué mal te veo, Conmebol”.
En esta singular alegoría que presentamos, la vemos brava.
La placita que teníamos allá en el fondo, la que tantas veces fuimos “a jugar” los uruguayos y nos metimos gracias a ella en el escenario mundial, la demolerán.
No habrá más placita.
Quedarán cuatro hamacas …
Y ningún tobogán.