NO APRENDIERON
Siendo Jefe de Página del diario El País, durante casi dos décadas, tuve la oportunidad y la alegría, por qué no decirlo, de conocer dirigentes formidables al frente de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Estoy escribiendo y recordando al Ejecutivo, llamado de Oro, por su vigencia, su trabajo, su dedicación y muestras cabales de inteligencia y honestidad.
Recuerdo mis reuniones con éstos célebres dirigentes y nuestras francas discusiones, con las cartas arriba de la mesa, con franca y espontánea verdad, sin evitar ningún tema, sin ocultar lo que estaba pasando, ni tampoco ver “sombras nada más”.
Hubo inteligencia en ese Ejecutivo, en un extraordinario Don Dante Iocco, una figura excepcional por su inteligencia y desarrollo de los problemas, acompañado por Matías Vázquez, hombre de Peñarol, cristalino, con la verdad en los expedientes, sin “tocar de oído” como después el tiempo, lamentablemente quiere, en esta sociedad, que ha caído en calidad, categoría y respeto.
José Pedro Laffitte, con sus colores blanco y negro, partidario de Wanderers, creador de un sistema de auditorías, que nadie creía, porque no se estilaba, para llevar las riendas de las economías de los clubes, como tiene que ser, como no ha sucedido lamentablemente y todo, acudo, como me agrada, a las letras de los grandes del tango, con Discépolo, que escribió en su formidable Cambalache: ” Vivimos revolcaos en un merengue, en el mismo lodo, todos manoseados” …
Don Héctor del Campo, hombre de la franja de corazón, dirigente de Danubio
¡Que verdad, mi amigo, que certidumbre la de Discépolo, aplicable a la vida misma y a ésta situación, que parece no terminara de acomodarse nunca, pasando por los acomodos que conocemos, los desajustes económicos y los personajes que le han hecho un daño tremendo al fútbol, perjudicando a nuestro principal deporte en beneficio propio.
Pero no aprendimos la lección.
Apareció la Conmebol, pegándonos como la maestra en la escuela con la regla y retándonos, la FIFA, también intervino amenazante, para que nos pusiéramos, como niños chicos en la fila, cuando entrábamos a clase.
Una Asociación que tuvo estos dirigentes no merecía éste tratamiento lamentable y ofensivo de los que creen ser los dueños del fútbol mundial y los que, quiérase o no, mandan como si fueran los reyes de la integridad, de la verdad absoluta, de la limpieza espiritual, como monje tibetano.
No es así. De ninguna manera.
Y no quiero olvidarme de Eduardo Rocca Couture, otro exitoso empresario y además ingenioso en aportes técnicos para la Asociación.
Con ellos manteníamos una línea de conducta seria y el mundo jamás nos retó por nada, por ningún concepto.
Por algo se le llamó el Ejecutivo de Oro.
Por el talento de sus integrantes, la capacidad, el criterio y la absoluta conducta intachable de sus resoluciones en beneficio del fútbol uruguayo.
No precisaron jamás de auditorías de la Conmebol, por favor … y mucho menos de la FIFA, con gente que ya ha visto en qué terminaron y de que manera lo hicieron.
Una vergüenza mundial, en su momento, tanto la Conmebol, como la FIFA.
Y se dieron el lujo, cuando asumieron otras figuras de “marcarnos la cancha”, a la región también, por supuesto, de “enmendarnos” la plana, como si fuera la AUF, una asociación para delinquir, por lo menos.
Pero no aprendimos. No hay caso. No le hemos encontrado, a pesar de esas presiones desmedidas, de un interinato inmerecido, de unas advertencias intimidatorias de desafiliación, totalmente, fuera de lugar, a trabajar como corresponde.
Siguen las dudas, los conflictos, las presiones, las idas y venidas, los errores no corregidos y los enfrentamientos inadecuados entre dirigentes que la tendrían que tener muy clara, a la hora de decidir qué hacer y cómo.
De lo que se trata es de criterio, talento, inteligencia y acción, algo que aquel Ejecutivo, supo qué hacer y cómo.
Sin embargo, hoy seguimos enfrentando dilemas, dudas, conflictos, errores indeseados, pero, a cartas vistas, lamentablemente insolubles y no resueltos.
Y enfrentar el absurdo que desde la Conmebol nos quieran “poner en vereda”, justamente ellos y una FIFA, que, aún no mostró ninguna modificación sustancial, firme, fuerte, acaso detalles hirientes, como ataques de escritorio a la región americana, por citar un ejemplo.
Y por aquí, seguimos en “veremos” …
No es buena cosa, señor, estar a expensas de lo quieran ellos y no dar muestras de capacidad, criterio y soluciones al fútbol uruguayo, como tiene que ser, como debe ser, sin la amenaza de nadie.
Sí, (soy recurrente al tango, naturalmente) de aquellos dirigentes brillantes, “cada día te extraño más y en mi afán te nombro, cada día te extraño más, a pesar de todo” ( composición de Armando Pontier)
Qué lástima.
No aprendieron.