Dibble, la figura de la fecha
Hace poco más de tres años, Nicolás Dibble estaba trabajando en la construcción en su ciudad natal de Colonia, retirado del fútbol a los 18 años, después de haberse ido a jugar a Montevideo, de haber tenido una chance en Nacional y varias en Defensor.
Tampoco se sentía bien en su relación de pareja, por la que muchas veces había retornado a Colonia mientras jugaba en las formativas de Defensor y después le costaba que los violetas volvieran a aceptarlo hasta que dijo “dejo el fútbol”.
Trabajó de delivery, en una carnicería, en la construcción hasta que un día… “yo miraba y me decía ‘no puedo estar acá; lo mío es el fútbol’ y mi madre y mi padre me apoyaron para volver. Es difícil volver a arrancar después de estar parado, pero con ganas, sacrificio y humildad se pudo llegar”.
Volvió a Plaza en la B y ascendieron: “Fue muy especial, conocí otra chica que me cambió la vida para bien. Hoy estoy viviendo con ella”.
Anoche los colegas escribieron: “Nicolás Dibble, velocidad, potencia, habilidad y gol. El gran culpable del histórico triunfo de Plaza Colonia”.
-Cuando estaba en la construcción -me dice ahora- pensé que el fútbol para mí ya era historia y ayer cuando le pegué al arco y vi que la pelota entró fue un sueño de toda la vida, para mí hecho realidad.
AUNQUE EL OLVIDO
-Arranqué en Peñarol, estuve con 6 y 7 años en los baby y después fui para Plaza. En Plaza Colonia empecé en los baby, estuve hasta los 11, es el cuadro del que soy hincha. Después estuve en Juventud, con 12 y 13. Estuve todos esos años además en la Selección de Colonia. Salimos campeones nacionales en 12 años, ganándole a la Liga Interbalnearia en Florida. Ahí me vieron de Nacional. Tengo muchas medallas. En Plaza salí Campeón, en Juventud salí Campeón. Fue una etapa linda que nunca se olvida.
Y me fui para Nacional de Montevideo. Voy a probarme, quedo y una semana antes de irme a instalar en la casita, que estaba al costado de la sede, en 8 de Octubre, voy esa semana a probarme para en enero ir a vivir ahí y jugar ahí, pero resulta que mi tía estaba en Montevideo, me llamó y me dijo: “Nico, si querés vení a vivir conmigo acá”.
Yo tenía 13 años en ese momento. “Ta, dale, me gusta la idea”. De ahí salió que no me iba a quedar en la casita de Nacional. Pero resulta que antes de quedarme a vivir en lo mi tía a ella le sale para ir a trabajar en el Conrad y para mí era lo mismo viajar desde Colonia que desde Punta del Este, así que me quedé en Colonia, porque en la casita, a esa altura, había sesenta esperando para poder estar viviendo ahí.
Al final no fui más porque era muy difícil viajar desde Colonia. Fue una experiencia linda estando en el Interior ir a jugar a un grande en Montevideo, en las formativas. Visto de ese lado fue muy lindo, pero no es fácil estar ahí. Irte a una edad muy chica, alejándote de la familia, es muy difícil. Soy muy familiero y la familia me apoya siempre, mi padre, mi madre y tengo tres hermanos. Un hermano de 24, una hermana de 19 y una hermanita más chica que tiene tres años.
Cuando me quedo en Colonia, quedo un poco parado y empecé a laburar en Wembley School, un colegio que tiene Javier Cabrera (que no es el de Wanderers), empiezo a entrenar ahí. Trabajo un año duro y me voy para el Nacional de Nueva Helvecia. Ahí juego sub-15, sub-17, sub-20 y Primera.
DEFENSOR SPORTING EN IDAS Y VUELTAS
En algunas oportunidades, Plaza Colonia ofició de local allí, en la cancha del Nacional de Nueva Helvecia, donde Nico es aún un poco más local. Llegó al Nacional con vistas a que Javier Cabrera lo llevara luego a Defensor Sporting y ese paso se cumplió.
-Me voy a probar a Defensor. Ahí quedo. En Cuarta División estuve ahí en Montevideo jugando todos los partidos. En Quinta salí Campeón Uruguayo, con (José) Chilelli, que está todavía ahí. El sábado fui a ver Plaza-Defensor y estaba ahí. Tuve buenas actuaciones en Defensor, estaba bien. Vivía en la casita de Defensor que quedaba atrás del Disco, en Garibaldi. Viví con Girogian De Arrascaeta, Gino, Alaniz, Charamoni, Lucas Barrios, Pizzichillo. Fue divino y después me fui a vivir con mi tío en el Pinar, pero por problemas familiares y demás me vine. Tenía 18 años, 2011.
De Defensor se volvió dos veces, por cuestiones de pareja. Volvía los fines de semana, lo aceptaron dos veces más y la última llamó a Ahuntchain. Ya había dejado esa relación pero pensó que no lo aceptarían. Lo aceptaron de nuevo pero después se calentó por no ir a la Libertadores Sub-20 y se volvió.
-Cuando vuelvo a Colonia esta última vez, mi idea estuvo en alejarme del todo. Quería dejar el fútbol. Empecé a laburar de delivery, empiezo también en la construcción, trabajé en una carnicería también haciendo delivery. Estuve un año y medio trabajando fuera del fútbol y después la familia me dijo que eso no era lo mío y arranqué en cuarta en Plaza otra vez, de a poquito y jugué en la Cuarta de Plaza en la B y salimos segundos cuando salió Campeón Rampla. También volví al fútbol porque yo miraba y me decía “no puedo estar acá; lo mío es el fútbol” y mi madre y mi padre me apoyaron para volver. Es difícil volver a arrancar después de estar parado, pero con ganas, sacrificio y humildad se pudo llegar.
PLAZA Y LA CLAVE ESPINEL
Cuando terminó el campeonato, supuestamente Plaza no iba a arrancar. Estaba medio complicado y justo vino Carlos Manta y ahí subí a Primera.
La clave en mi carrera, para que esté yo acá, fue Eduardo Espinel. Yo estuve en la B, con Añón y alternaba, jugaba, no jugaba y cuando vino Eduardo me dio la confianza fundamental y creo que fue la clave.
Toda la vida jugué así, me gusta encarar, me gusta el mano a mano, me gusta irme en velocidad y creo que jugadores de fulbito, de tocar, tocar y tocar en cortito hay muchos. Creo que ahora hay que encarar. No veo a nadie que encare. En el fútbol uruguayo hay pocos que encaran. Agarran la pelota y ya tocan a uno que está al lado y así, a los otros cuadros, si están bien parados es muy difícil que vos les entrés. Vos ya te sacás a uno de encima y ya el otro cuadro se abre un poco. A mí siempre me gustó encarar, me gusta el mano a mano. Siempre me dieron la facilidad de jugar en donde yo quiera en el frente de ataque, jugar libre, aparecer en cualquier lado y eso también es muy importante, que te den la confianza para eso.
ESPEJOS
Riquelme me gustaba mucho, lo miraba, me parecía un jugador fantástico y también me gusta la guapeza, la garra que tiene Luis Suárez, creo que es un grandísimo jugador, que empezó de menor a mayor que tiene casi la misma historia en el pasado como yo y eso también lo veo.
Mi objetivo es que hoy Plaza siga actuando en Primera División, pero hoy Plaza está en las primera ubicación del fútbol uruguayo y lo vamos a tomar como tal.
Lo histórico lo hicimos ayer. Nunca Plaza le había ganado a Nacional y por suerte ayer se logró y vamos primeros en el campeonato, a un paso de salir de la zona del descenso y por eso estamos todos muy contentos.
Quiero agradecer a mi novia que siempre está, me ayudó mucho, a mi familia, a los amigos y a Colonia que es mi vida, donde nací, donde estoy y es un lindo lugar.
La historia que pasé ya es pasado, ahora estamos acá y estamos todos bien. Las oportunidades se dan pocas veces pero la vida me dio una tercera oportunidad y hasta una cuarta también te puedo decir.
Y Nicolás Dibble sabe aprovecharla.