Nacional no para de ganar
El tricolor sigue con viento en la camiseta, tras ganarle 3:1 a Plaza en el Gran Parque Central, con goles y auténticos golazos gracias a los cuales mantiene la punta de la Serie B y de la Anual.
Diego Zabala, en el abrazo del tercer gol con Brian Ocampo para la alegría tricolor.
Nacional volvió al Intermedio con la onda expansiva de su felicidad en la Copa Sudamericana, y le ganó 3:1 a Plaza Colonia en el Gran Parque Central. El sábado de noche, en horas de viento feroz, asimiló la sorpresa del gol de Ramiro Quintana, de penal, que cortó el invicto de Sergio Rochet -también la revisión donde el árbitro Javier Feres, en el VAR, desestimó el penal de Mario Risso al brasileño Daniel Bahía- y terminó dominando el trámite con autoridad. Entonces, volvió a sumar tres puntos en el envión de seis victorias consecutivas y ratificó su liderazgo tanto en la Serie B del Intermedio como en la Tabla Anual.
El tricolor lo dio vuelta en un tiempo con un Alfonso Trezza superlativo, artífice de una enorme presión con alta velocidad por derecha. Se levantó primero con un estupendo cabezazo del brasileño Leonardo Coelho y luego con un golazo de Trezza. Después, con la ventaja, reguló y no insistió tanto, teniendo en cuenta también el despliegue que había realizado en Santa Fe. El regreso de Brian Ocampo no pasó inadvertido, recuperado, como está el delantero, después de dos meses, de una lesión muscular.
La nueva alegría en el bolso resultó incuestionable. Nacional fue mucho más que Plaza Colonia en la primera mitad. Las dos pelotas en los palos, cuando estaba 0:1, reflejaron su superioridad. Nacional avasalló en ese fútbol vertiginoso y recargó los espacios con vía libre al arco de Guirin. El circuito encendido de José Luis Rodríguez y Trezza con la derecha, y de Zabala volcado a la izquierda, recargaron la versión del equipo intenso, que aplica en la cancha el libreto de su entrenador.
Diego Zabala culminó la gran noche con un golazo por la sucesión de toques, en una combinación que incluyó a Felipe Carballo en la salida, a Trezza y, finalmente, a Juan Ignacio Ramírez. Plaza fue superado, y la ventaja no le alcanzó para frenar el aluvión. Su derrota fue inevitable. Mientras tanto, los tricolores sellaron su presente feliz. Y se despegan.
