Nacional: un enroque y una apuesta
Un rato antes de lo que es costumbre, por razones más que obvias si miramos como se busca la sombra para escaparle al bochorno del calor, Nacional bajó a la cancha del Parque Central, mientras que las puertas de ingreso permanecían cerradas, con la intención de trabajar con tranquilidad en lo táctico.
Pero más allá de los aspectos que Gustavo Díaz pueda haber dibujado en un supuesto pizarrón, queda la confirmación -no confirmada, valga el juego- que Pablo Alvarez retorna al lateral izquierdo y que Santiago Romero meterá “color” en el mediocampo, donde en su momento apareció como una figura con relieve de futuro, pero que no tuvo embrión largo en la expectativa.
Por allí, por el lado del tercer volante, Gustavo Díaz ha tenido una especie de ausencia a lo que es su gusto. Probó con Matías Cabrera y Pablo Alvarez, pero no le terminó de convencer. Ahora, con un cambio en lo que tiene que ver en dónde esperará el encuentro clásico, opta por un joven con dinámica y aplicación táctica.
Surge como un hecho que Nacional no irá a presionar tan arriba, como sucedió con partidos anteriores, lo que le costó imponer contención en el contragolpe rival. A Peñarol no se le puede dar esa chance, porque con la apertura de cancha y velocidad por las bandas, le puede complicar seriamente la vida.
Pero sin afán de entrar en estrategia, que sería improvisar, más allá de lo que se puede auscultar, más cuando se trabaja con puertas cerradas y no aparecen mirillas para poder otear el movimiento, lo importante es que Gustavo Díaz reiteró el equipo: Jorge Bava, Christian Núñez, Andrés Scotti, Alejandro Lembo, Pablo Alvarez, Santiago Romero, Israel Damonte, Maximiliano Calzada, Alvaro Recoba, Adrián Luna y Alexander Medina.
Más allá de la vuelta de los cuatro experientes, al decir de uno de los mayores referentes del cuerpo técnico -Lembo, Damonte, Recoba y Medina-, queda como estampada la reacción del técnico que hace un enroque para volver a Pablo Alvarez a la posición de marcador lateral izquierdo, a la que se había adaptado con criterio de marca y salida sin riesgo, y apuesta a la presencia de Santiago Romero, un todoterreno que se multiplica por los tres puestos del medio.
Los once están, ahora resta definir el banco y es cuando se mira hacia la sala de fisioterapia, donde Sebastián Taborda hace todos los deberes para ver si el isquiotibial, donde no tuvo desgarro, le afloja la contractura y le permite estar a la orden.
El viernes se cierra la parte principal de la preparación. Habrá conferencia de prensa del entrenador. Se harán los últimos aprontes, aunque quede el sábado para pasar la lija fina.