Nacional: descanso, pero con la sanidad atenta
Jornada libre, con cita para el miércoles en doble horario para el plantel de Nacional, donde las novedades pasan por la sanidad, debido a que hay estados gripales y tendinitis a los que no se les puede perder el punto de referencia.
En efecto, si bien fue día de descanso para todo el plantel, Pablo Alvarez y Jorge Bava están en reposo por acusar sendos estados gripales. El primer no concurrió al entrenamiento del martes por esa situación y al golero se le mandó de retorno a su domicilio apenas arribó al entrenamiento. Estas veinticuatro horas habrán de provocar mejoría en ambos casos, pero de todas formas, en el supuesto que se reintegren, seguramente realicen trabajos diferenciados.
Mientras tanto, Sebastián Taborda acusa tendinitis de un Aquiles, por lo que está bajo la atención de los fisioterapeutas con el fin de reducir cuando antes la sintomatología y que pueda hacer trabajos de cancha.
El que superó el estado febril fue Alvaro Recoba, trabajando en forma diferenciada en gimnasio. Al retorno, este miércoles, el cuerpo médico determinará la actividad que se entiende puede llevar adelante.
El resto del plantel está a la orden, con Alfonso Espino habilitado, aunque después del rendimiento que tuvo Juan Manuel Díaz desde el lateral izquierdo frente a Defensor Sporting, parecería improbable una variante en ese sector. Es más, todo indica que el equipo no tendrá modificaciones.
Comunicado… La Comisión Directiva de Nacional, ante el episodio de un cartel agraviante hacia uno de sus integrantes exhibido en la Tribuna Abdón Porte durante el partido del pasado día domingo 17, expresa:
1º.) Su solidaridad con el Señor Luis Bruno, quien desde hace años presta su actividad al servicio del club sacrificando para ello honorariamente gran parte de su labor particular, demostrando su gran apego institucional.-
2º.) Que repudia el acto que evidencia, una vez más, que elementos que se filtran en la hinchada y a los que no siempre se pueden controlar, provocan episodios ajenos a la normalidad de una gesta deportiva y que, por más que no sea fácil su erradicación, es un deber institucional aunar esfuerzos para que los hechos no se reiteren, por lo que reafirma su propósito de desterrarlos definitivamente de la actividad del club.