Nacional ganó con el alma
El tricolor ganó a puro corazón, 3:1 a Boston River en el Gran Parque Central. JI Ramírez, de penal, el colombiano Daniel Bocanegra en la arremetida y Emmanuel Gigliotti, hicieron los goles.
Daniel Bocanegra en el festejo eufórico del segundo gol de Nacional.
Nacional se reencontró con la victoria en el Apertura a puro corazón, 3:1 a Boston River en el Gran Parque Central. El tricolor ganó y respiró, aliviado. Su fortaleza anímica cambió una noche donde pasó calor, más allá de la temperatura sofocante, y en la embestida del zaguero colombiano Daniel Bocanegra encontró el anhelado desahogo. El argentino Emmanuel Gigliotti, en el cierre, coronó la alegría.
El despliegue de Alfonso Trezza y la velocidad de Camilo Cándido, del ataque a la defensa como en el gran cierre ante Mathías Acuña, que salvó el arco del segundo gol cuando estaban 1:1, hicieron posible la presión y la ráfaga de centros para aprovechar la debilidad del rival.
Los tres puntos en el bolso pasaron por la incertidumbre de la primera parte y el aire en la ventaja –no hubo penal que confirmó el VAR- a través de Juan Ignacio Ramírez, cuando el equipo de Ricardo Zielinski no se había acercado al arco de Silva. Después, padeció en zona defensiva pero se jugó la ropa en el ataque. El argentino Emmanuel Gigliotti, en cancha, alertó antes del segundo gol, en un par de oportunidades donde rondó el gol. La insistencia hizo efecto en la asistencia de Cándido y el grito feroz de Bocanegra. Al final, Gigliotti definió con su sello en la tercera conquista.
Boston River atacó para ganar y defendió para sufrir una decepción. El “sastre” conmovió con Cristian Olivera, conectó a Matthias Acuña –ganó tres veces de cabeza en el ataque- y no resolvió. Perdió goles en situaciones favorables, en la primera mitad y luego en el complemento. Empató en el cabezazo de Acuña y tuvo la posibilidad del segundo pero perdonó y frente a un grande, el resultado con las manos vacías es inevitable. Además, en zona defensiva fue un repertorio de errores, desde el arquero Santiago Silva a los zagueros. Cada centro fue un “martirio”. Nacional se adelantó con todo y sumó tres puntos que valen una sonrisa.
