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Miguel Santos, de campeón a equipier




Miguel Santos, hoy a los 52 años, de Campeón de América en 1987 a equipier del plantel principal.


23 abril, 2019
¡Qué Personaje!

Miguel Santos, a los 52 años, sigue su historia en Peñarol que forjó en la cancha y, desde el 2011, como equipier del plantel de primera. El ex lateral, derecho, pero siempre de lateral izquierdo, conquistó la Copa Libertadores 1987, la última que logró el aurinegro, en el plantel donde compartió con ex compañeros que hoy desempeñan distintas funciones en el club: Carlos Sánchez, Oscar Ferro y Jorge Villar. La gran conquista copera y el presente: “Ser Campeón de América en Peñarol es todo, único e inolvidable. Tenes que sentirlo en la cabeza. Tenemos que cambiar el número que llevamos en el hombro, de la quinta a la sexta”. Su nuevo capítulo en el club: ” distinto a la etapa del futbolista, trato de hacerla simple. Hago lo que me gusta, con mucha tranquilidad. Hay que saber manejarlo. Es el mejor trabajo que he encontrado”. ¡Qué personaje!

Miguel Santos, hoy a los 52 años, de Campeón de América en 1987 a equipier del plantel principal.

La rutina de Miguel Santos, hoy a los 52 años, cambió de lugar en Los Aromos. El ex futbolista, se desempeña como equipier del plantel de primera. El ex lateral, derecho que siempre jugó por izquierda, tiene el privilegio de haber conquistado la quinta Copa Libertadores de Peñarol en 1987.

-Vas para tu noveno año en tu nuevo capítulo en el club, desde otro lugar. ¿Cómo se originó?

– “Cuando Diego (Aguirre) dirigió en 2011, yo trabajaba en juveniles de Miramar Misiones. Quería venir, me siento como en casa. Lo hago con gusto”.

-El futbolista había quedado atrás. ¿Fue una posibilidad pensando en el futuro o también te sentías en el ambiente que conocías?

-“En Miramar se presentó una oportunidad laboral por dos años. Estaba un poco perdido y no quería nada con el fútbol. Lo tomé como un trabajo y gracias a Dios llegó esta propuesta. Cuando salió se hizo realidad obviamente agradeciendo al club que dejaba en ese momento. Quería venir a Peñarol, estar acá”.

-Cambiaste de puesto… 

-“Es distinto a la etapa de futbolista. Jugando, uno piensa de otra manera, es lógico, dame esto, aquello. Trato de hacerla fácil y la comunicación con los muchachos es buena. Se puede trabajar en forma simple”.

El equipier que sabe de gloria en Los Aromos.

“TENEMOS QUE CAMBIAR EL NÚMERO QUE LLEVAMOS EN EL HOMBRO, DE LA QUINTA A LA SEXTA”

-Sos  parte de la historia en el plantel que ganó la última Copa Libertadores de Peñarol en 1987. ¿Qué representa?

-“Fue un año hermoso. Pasamos una etapa muy linda. Se los comento a los muchachos que juegan hoy. Tenemos que cambiar el número que llevamos en el hombro, pasar de la quinta a la sexta. Para ellos es un incentivo. Hay que disfrutarlo”.

-¿Sentís que se los vas transmitiendo?, ¿Qué dimensión le das a aquel logro?

-“Ser Campeón de América, es increíble, único, lindo, inolvidable. Es el recuerdo eterno de los compañeros con los cuales nos une mucha amistad. Queda en la historia”.

-¿Hablas con el plantel de la Copa del ’87?

-“No mucho, pasaron más de treinta años. Es una generación nueva y el título se dio hace rato. A veces lo tomo con humor, hacemos bromas, porque no eran ni nacidos. Obviamente, para nosotros es eterno”.

-¿A la distancia cómo lo recordas?

-“Era difícil. Nosotros teníamos un equipo que quería ganar y salir campeón. Siempre les digo a los jugadores, tenes que querer ser campeón. A veces se da y en otras oportunidades no”.

-¿La mentalidad ganadora es clave?

-“Se metía con todo hasta lo último. Costó mucho, como todos los triunfos que logramos. Era la característica del equipo. Tenes que sentirlo en la cabeza el anhelo de ganar la Copa. La Libertadores es histórica y una vuelta olímpica no se da todos los días. Hoy también todo es distinto”..

-Hay muchos cambios y no se puede estabilizar un plantel.

-“Es difícil. Hay que disfrutarlo como se pueda. Los chicos quieren emigrar y los equipos no se mantienen.  Antes se pensaba en seguir en el club. Nosotros veníamos de juveniles. El equipo del ’87 era joven con experimentados como Obdulio (Trasante) y Pereyra (Eduardo). Hoy se emigra muy rápido”.

-¿En la actualidad, ustedes hubieran salido al exterior de formativas?

-“Casi seguro no llegábamos a primera. Nosotros ascendimos entre ocho y nueve jugadores juntos a un plantel que quedó integrado por mayoría de jóvenes. Había una pertenencia con Peñarol que lo hacía especial”.

“Me siento como en casa. Lo hago con gusto”.

“FUI A ACOMPAÑAR A UN AMIGO Y TERMINÉ QUEDANDO”

-¿Cómo empezó tu recorrido de lateral en Peñarol?

-“Fue en 1980. Hice todas las juveniles en el club y jugué en la Selección Juvenil. En realidad fui a acompañar a un amigo a quien el papá le hacía los zapatos a Luis Cubilla. Fuimos juntos a Las Acacias. Yo soy de Jardines”.

-Tenías a Danubio en el barrio.

-“Fue mi primer paso. Entrenaba en el Parque Forno. Fui a una sola práctica. El Tucho Orta me llevó a River. Mis viejos hacían un sacrificio tremendo. Hoy me falta mi viejo. Iba caminando a Peñarol. Terminé quedando yo en el ’80.  Jugaba Polillita Da Silva. Después se fue a Danubio, decían que era chiquito, mirá cómo pegó el estirón… Siendo derecho, siempre de lateral izquierdo. Jugué en Selección Juvenil”.

-¿Hoy como te relacionas con el plantel?

-“Lo hago con mucha tranquilidad. Se cuando callarme la boca, escuchar y el momento para decir algo. Hay que saber manejarlo”.

-¿Es distinto con los entrenadores?

-“No, trato de hacer mi trabajo. Pellejero (Germán) me hace todo lo de afuera y yo me encargo de lo de adentro. Cuando los técnicos están reunidos me aparto, también los médicos o los jugadores cuando vienen a entrevistarlos. Cuanto menos sepa, mejor. No me gusta estar en momentos donde no me compete”.

“ES EL MEJOR TRABAJO QUE HE ENCONTRADO”

-¿Cómo es un día en tu labor?

-“Me levanto a las 5:45 a las 6:00 salgo para acá, a las 6:45 estoy en Los Aromos. Llego y comienzo armando el trabajo, primero con el cuerpo técnico, sigo con los jugadores, la rutina en forma normal. También me ayudan. Es el mejor trabajo que he encontrado”.

-¿Los días de partido?

-“A veces se complica, según la forma de trabajar del técnico. Hoy está Diego López. Por ejemplo, a veces quieren entrenar de mañana. Cuando se juega a las 19:00, es distinto y terminas también la actividad de madrugada. Hay que adaptarse. Pasas mucho tiempo acá, más allá de sentirlo y que te guste, también hay una vida y está la familia”.

-Se resignan momentos…

-“Claro, es parte del fútbol. Mi cumpleaños, el 12 de abril, lo pasé en Colonia. Dejas muchas cosas de lado. La familia se sacrifica. Me siento bien. Como nos sucede a todos, me gustaría estar mejor”.

Miguel Santos en Peñarol. Atrás quedó el futbolista, “en Peñarol hasta el ’88, luego a Rentistas, en el ’93 a Perú, Fénix, Central, Sud América, unos cuantos… Hago lo que me gusta, es el mejor trabajo que he encontrado”. El equipier que sabe de gloria: ¡Qué personaje!

“Ser Campeón de América, es increíble, único, lindo, inolvidable…”.


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