Miguel Peirano rememora el oro Celeste
Era la única “estrella” que le faltaba a Uruguay en fútbol. En la historia de los Juegos Panamericanos, Uruguay logró la primer y única medalla de oro en 1983 con aquel recordado agónico gol de Miguel Angel Peirano ante el Brasil de Dunga en Venezuela. “Yo viajé lesionado y recién pude jugar en las semifinales, en la final ante Brasil, no daba más y pude hacer el gol a poco del final” recuerda hoy el ex futbolista de 55 años. “Con el tiempo se va valorando aún más ese logro. Ojalá que la selección de ahora logre el oro, sería lindo el doblete para el fútbol uruguayo”.
¿Cómo se armó la selección y cómo fue la preparación previa?
En esa época habían equipos de gira. Peñarol venía de perder la final de la Copa Libertadores en 1983. Era difícil ir a la selección de Tabárez. Nos juntaron tres semanas antes de empezar el torneo para entrenar. Lo hacíamos solo tres veces por semana (miércoles, jueves y viernes) y los fines de semana volvíamos con nuestros clubes. De Nacional fue Perdomo y de Peñarol fui yo, el resto eran todos de los otros cuadros del medio local. Para colmo la última semana me lesioné por un tirón que tenía en el posterior de la pierna derecha, pero igual viajé. No había vuelta atrás.
¿Es decir que se viajó sin muchas expectativas?
Hicieron todo para que no salieramos campeones y salimos… El jugador uruguayo siempre tiene la expectativa de salir campeón, pero la otra parte (de los dirigentes) no era tan así. Cuando llegamos a la Villa Olímpica de Caracas (Venezuela) nos dieron un alojamiento en Construcción (hoy el lugar es espectacular, recuerda), mientras que Argentina, Brasil y Guatemala estaban con todo el confort. Encima no teníamos ni cortinas en los cuartos, por los que a las 6 de la mañana ya nos despertábamos por el sol nos daba de frente.
“FUE MAS DIFICIL VENCER A GUATEMALA QUE A BRASIL”
¿Cuándo pudo debutar en el torneo?
Lo pude hacer recién en las semifinales, que fue donde anoté los dos goles ante Guatemala, que tenía un muy buen equipo. Hubo un momento que no encontrábamos la pelota, pero lo ganamos, pienso, con la garra uruguaya. El desgaste físico fue grande y en la final me resentí de la lesión, pero seguí jugando hasta el final. Jugaba Dunga en Brasil, no era fácil, pero recuerdo fue más complejo ganarle a Guatemala que la propia final a Brasil. Recuerdo que Argentina tenía un cuadrazo y era dirigido por Pachamé y lo eliminó Brasil en semifinales.
Recordame el gol en la final ante Brasil, sin dudas debe haber sido inolvidable para vos…
Siempre digo que fue gracias a tres jugadores (se rie). Yo pude hacer ese gol porque Edgardo Martirena cortó la pelota con la mano en el mediocampo, un poco de viveza criolla como se dice, y mientras los brasileños empezaron a reclamarle al juez, se la pasa a Víctor Púa y me la dio a mi, quedé entre medio de los zagueros y pude cruzar y hacer el gol. Pero el tercer jugador que te decía fue Rudy Rodríguez (estaba en el banco de suplentes). Porque faltando 15 minutos el “Maestro” me empezó a preguntar si podía seguir, como estaba, y la verdad no daba más, pero Rudy le decía al “Maestro” que no le haga caso, que estaba bárbaro para seguir. Y menos mal que se dio el gol a dos minutos del final, porque luego había alargue y penales. (Rudy era uno de los tres jugadores mayores junto a Púa y Yeladian, el resto eran todos Sub 23).
Lo más increible fue lo que pasó después del torneo, ya que Uruguay no fue a los Juegos Olímpicos pese a haber clasificado por meritos propios…
Eso nos enteramos en el camino del viaje a Venezuela, que era clasificatorio a las Olimpíadas. Uruguay luego de ganar el oro desistió de participar por los gastos que generaba. No había plata para costear los gastos y por eso fue Brasil, que resultó vicecampeón, fue en lugar de nosotros. En dichos juegos Brasil llegó a la final que la perdió con Francia (JJ.OO, 1984 en Los Angeles).
¿QUE FUE DE LA VIDA DE MIGUEL PEIRANO…?
“Hoy día estoy trabajando en el Carrasco Lawn Tennis como entrenador. Pero tengo esperanzas de volver a dirigir. Lo último que hice en fútbol fue el año anterior dirigiendo la tercera división de Wanderers (Arias era el DT de primera). Ojalá surja alguna oferta del medio, pero del exterior siempre está la chance de que salga una nueva oportunidad” nos culminó diciendo, Miguel Peirano, aquel héroe de Uruguay en una de las tantas memorables victorias que se recuerdan ante Brasil y encima en la final de los Juegos Panamericanos. Pasaron ya 32 años y parece que fue ayer..